Ornamentos que revalorizan los ambientes

El detalle y el cuidado artesanal caracterizan a cada ornamento diseñado por Marisa García Noziglia.
El detalle y el cuidado artesanal caracterizan a cada ornamento diseñado por Marisa García Noziglia.

Marisa García Nosiglia es decoradora y se ha especializado en ambientación de casas para eventos sociales y agasajos. Hace ella misma ornamentos de diferente tipo, con materiales únicos y seleccionados. Una propuesta especial para quienes valoran el trabajo artesanal.

Marisa García Noziglia es decoradora de la Universidad Belgrano y tiene más de treinta años de trayectoria. “Al principio, me especialicé en Plantas del Interior en la UBA, tuve un vivero y me dediqué a eso. Después estudié técnicas y materiales utilizados para decoración en Sherwin Williams University. Analizamos el color de manera muy profunda, así como las herramientas para poder hacer colores. También hice estudios con todo lo que tiene que ver con construcción en seco y obras. Y, a su vez, cursé Protocolo y  Ceremonial”.

Hoy, Marisa se encuentra próxima a abrir un estudio en Puerto Madero referido a ornamentación para eventos sociales, reuniones y agasajos. Apasionada por los colores, los detalles y su trabajo, cuenta: “Hace cuatro años que estoy en la etapa investigativa, porque esto es algo personal y quería saber qué posibilidades tiene cada material. Son trabajos bastante artísticos, los ornamentos dan un punto focal importante y son también arte. Hay distintos tipos de ornamentos, simples y compuestos: el simple consta de un detalle y los compuestos de varios. Siempre hay presencia de flores y luego se encadenan elementos como borlas artesanales de seda, cordones, piedras, galones y varios materiales más. No son materiales que se compran, son ensamblados y creativos, combinados y superpuestos para lograr una pieza. Son trabajos que llevan horas, días y meses”.

Sin hacer una sola pausa, y con un entusiasmo propio de quien hace algo que ama, la decoradora detalla: “También hay ornamentos como elementos decorativos pensados para las casas o para acompañar, por ejemplo, premios deportivos. Hay ornamentos específicos, para escaleras, puertas o chimeneas, o para exteriores”.

Herencia de sangre

Todo tiene una historia y un por qué: los ornamentos no llegaron a la vida de Marisa de casualidad. “Es difícil que la gente haga este tipo de trabajo sin tenerlo en su ADN, porque esto no existe. Para mí las raíces son importantes, mi bisabuelo vino al país en la segunda mitad del siglo XIX y tenía una firma importante. Su nombre era Francisco Noziglia y tenía dos tiendas, una sobre la avenida Santa Fe. Él importaba seda de Gran Bretraña de Carickards Ltd. y yo justamente uso esos elementos hoy”. Emocionada, agrega que muchos vestidos importantes de esa época estaban hechos con hilos de la tienda de su bisabuelo.

Los ornamentos, creados por Marisa, se ajustan a la decoración de recepciones y agasajos residenciales, y explica enfáticamente que, en cambio, no se ajustan a salones. “Nuestra decoración es ornamental, no hacemos ambientación para eventos, esto es muy distinto”. La línea de ornamentos sociales se ajusta al estilo francés y al clásico con los ornamentos compuestos. Para las casas de estilo moderno se ajustan los ornamentos simples, que son de gran belleza y funcionan con líneas rectas o minimalistas. “Aunque también pueden alternarse, en una casa moderna puede haber un ornamento compuesto”, explica la decoradora.

Los ornamentos se hacen de manera personalizada: “Busco materiales que no están a la venta en el mercado, muchos son importados y otros los fabrico yo. Por muchos años, acopié materiales no realizados en serie y otros que ya no se fabrican.  Siempre quise hacer algo realmente original. Trabajo de manera personal con cada proyecto”.

Cualquiera tuvo la experiencia de tener un cuadro o una vasija o algún elemento de decoración, y, por eso, sabe qué se siente, pero “esta experiencia sensorial es nueva” dice Marisa. “Embellece mucho el lugar. La riqueza de los materiales y la combinación con hilos, cristales, cintas de terciopelo y demás elementos transmiten mucha energía, que tienen que ver con la belleza. Seguramente alguien que valore la perfección y los detalles seguramente gustará de tener un ornamento. La hermosura que aporta da felicidad, llena los espacios y las flores transmiten alegría”, dice, enamorada de su trabajo. “Conecta con técnicas antiguas y produce una emoción que tiene que ver  con la historia que uno percibe que hay en ellos. Así como una pieza barroca transmite algo y una pieza china transmite algo distinto, los ornamentos tienen una fuerza particular y especial. Está quien valora lo que se hace como arte y quien valora lo que se hace en una fábrica como decoración. Todo lo que es a mano es donde me asiento y lo que quiero mostrar, valoro muchísimo lo que es hecho a mano, es distinto y mucho más rico. No creo en las piezas de museo, yo las valoro, revalorizo esto”.

Especializada en el desarrollo de colores, le consultamos por sus colores preferidos y, enseguida, nos comentó que se identifica con el azul royal, el azul cobalto, el celadon, los tonos púrpura, los rosas antiguos, el bordó, y que el dorado es su leitmotiv para todos los detalles.

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