El aclamado pianista fusionó magistralmente la grandeza clásica con la audacia del rock y el pop, ofreciendo una experiencia musical que trascendió géneros, como un puente sonoro e inolvidable.
El aclamado pianista argentino Horacio Lavandera cautivó a la audiencia de Nordelta en un recital memorable que fusionó la majestuosidad de la música clásica con la energía del rock y el pop. La noche del sábado 28 de junio, en el Colegio Northlands, el concertista deleitó a 580 asistentes, incluyendo destacados vecinos de la comunidad, quienes ovacionaron su pasión y maestría de principio a fin. El evento, producido íntegramente por la Revista Nordelta, se convirtió en un verdadero viaje sonoro que reafirmó el poder transformador de la música.

El recital, enmarcado en el repertorio “Sonidos de lo eterno”, buscó establecer un diálogo musical sin precedentes entre grandes compositores de diversas épocas. La velada inició con un profundo recorrido por la obra de Ludwig van Beethoven, transportando a la audiencia a la Inglaterra de los siglos XVIII y XIX con las Variaciones “God Save the King”, WoO 78 y “Diabelli”, Op. 120. La experiencia fue descrita por Osvaldo Pierro, uno de los asistentes, como “una fiesta para los sentidos”, destacando cómo la música de Lavandera “te hace viajar, te relaja”, y el impacto visual de sus interpretaciones y explicaciones.

Tras un breve intermedio, el programa se adentró en el universo de Gustav Mahler, donde obras como “Heavenly Life” (del cuarto movimiento de la Cuarta Sinfonía), “Funeral March” (del primer movimiento de la 5ª Sinfonía) y “Adagietto” (de la 5ª Sinfonía) fueron interpretadas mágicamente. Antes de cada segmento, Lavandera compartió detalles sobre las piezas, enriqueciendo la comprensión del público. La parte final del concierto sorprendió gratamente con clásicos de The Beatles, como “Yesterday” y “Eleanor Rigby”, junto a “Imagine” de John Lennon. El tributo continuó con reinterpretaciones de canciones de Soda Stereo, incluyendo “De Música Ligera”, “Té para tres” y “En la Ciudad de la Furia”. Para cerrar con broche de oro, el artista ofreció una versión de “Great Balls Of Fire”, una composición propia en homenaje a los pioneros del rock and roll, Elvis Presley y Jerry Lee Lewis.

Para este evento especial, se restauró un piano de 1917, propiedad del ingeniero Julián Astolfoni, uno de los fundadores de Nordelta y un vecino muy apreciado. La noche culminó con una ovación de pie para el compositor, quien, emocionado, agradeció a todos los asistentes y, en particular, a Juana Costantini, directora de Revista Nordelta y productora del evento. Costantini señaló que, si bien la producción implicó “un arduo trabajo”, valió la pena “para que todos pudiéramos disfrutar de este megaevento, cuyo objetivo fue celebrar la música y apoyar la importante labor social de la Fundación Nordelta”. Asimismo, Martin Hary, otro de los asistentes, compartió su sentir al afirmar que el recital lo “predispuso a otras esferas de sensibilidad, transportándome a otro mundo”, elogiando la “magnífica interpretación” de Lavandera.

El concierto contó con el auspicio de Nordelta SA, Consultatio y Macro Selecta, y recibió el apoyo de Bon Prix, Koala y Apostrophe. Estas compañías fueron fundamentales para hacer posible esta experiencia, permitiendo al público emocionarse con el talento de Horacio Lavandera y, al mismo tiempo, contribuir a una causa significativa.