Un recorrido por los modelos de la marca del león que acompañaron a los presidentes de la república de Francia como símbolo de Estado, protección y comunicación.
El vehículo del presidente de la República francesa es mucho más que un medio de transporte. A lo largo de más de medio siglo, desde el Peugeot 604 de Valéry Giscard d’Estaing hasta el Peugeot 5008 de Emmanuel Macron, la marca del león fue uno de los principales proveedores del país galo. A continuación, un repaso a los autos que se han convertido en protagonistas de su historia.
La discreción blindada de Emmanuel Macron
La historia más reciente sitúa al actual presidente, Emmanuel Macron, a bordo de un Peugeot 5008. Este vehículo lo trasladó a la ceremonia del 14 de julio de 2017 y fue su compañero inseparable durante su primer quinquenio, lo que lo convirtió en uno de los autos más filmados y fotografiados de la última década. Pese a esta exposición, sus características siguen siendo un enigma. Por obvias razones de seguridad, la Presidencia de Francia impone el secreto sobre sus especificaciones. Lo que sí se ha revelado es que el SUV se fabricó en la planta de Rennes y fue confiado a Centigon, una empresa especializada, para su blindaje. Las únicas modificaciones conocidas conciernen a la disposición de las plazas traseras (dos asientos en lugar de tres), el montaje de faros de emergencia en la parrilla y el añadido de las insignias presidenciales en la carrocería. El resto de los detalles es top secret.



El pionero: Peugeot Type 156
La “prehistoria” de esta relación se remonta a la década de 1920. En 1921, Alexandre Millerand, elegido presidente en 1920, comenzó a utilizar un Peugeot Type 156. Este modelo fue el primero fabricado en Sochaux y representaba el tope de gama de la marca en aquel momento, equipado con un impresionante motor de seis cilindros.
La era moderna con Valéry Giscard d’Estaing y el 604
Más de medio siglo después, Valéry Giscard d’Estaing, un confeso amante de la conducción, sumó al Peugeot nuevamente a la presidencia. A partir de 1975, año del lanzamiento del nuevo modelo insignia de la marca, el Peugeot 604, el jefe de Estado impuso una innovación moderna: los vehículos presidenciales dejarían de ser negros para adoptar un color “verde musgo” (moss green). Así, el gobierno francés encargó cuatro unidades del 604. Tres eran versiones de serie, tope de gama SL con motor V6, que el presidente solía conducir personalmente. La cuarta unidad era un Peugeot 604 Limusina Presidencial, reservada para ceremonias.
Construida en colaboración con el carrocero Heuliez, su distancia entre ejes se alargó 62 centímetros para crear un espacio trasero lujosamente acabado, y su techo fue recubierto de vinilo negro. No obstante, el proyecto del 604 landaulet (con plazas traseras descapotables) propuesto por el carrocero Chapron, nunca fue aprobado por la presidencia.
El 605: Fortaleza para visitas de Estado
En 1991, el parque automovilístico se amplió con un Peugeot 605 alargado y blindado por la firma Labbé (precursora de la actual Centigon). Este modelo, equipado con un motor V6, integraba blindaje de acero de alta resistencia y cristales antibala, lo que elevó su peso hasta los 2.500 kilos, es decir, 1.000 kilos más que la versión de serie. Esta robusta limusina fue utilizada principalmente para trasladar a jefes de Estado de visita en Francia, como Mijaíl Gorbachov o el Papa Juan Pablo II.
Chirac, Sarkozy y la elegancia del 607
Durante sus doce años en el gobierno francés, Jacques Chirac utilizó regularmente varios Peugeot 607. Sin embargo, el Peugeot que más huella dejó en la memoria colectiva fue el Peugeot 205 SR rojo que su esposa, Bernadette Chirac, conducía habitualmente por la región de Corrèze.
El más llamativo y efímero fue, sin duda, el Peugeot 607 Paladine utilizado por Nicolas Sarkozy. En 2007, buscando un vehículo que simbolizara la renovación para su desfile de investidura, el equipo presidencial recuperó este concept-car presentado en el Salón de Ginebra de 2000. Realizado por Heuliez, era una limusina de más de 5 metros transformada en landaulet con un techo de acero y cristal retráctil. Su interior, tratado por la casa Hermès, era un derroche de lujo con cuero azul y crema, un bar y asientos eléctricos.
Tras su momentáneo regreso del Museo Peugeot, el 607 Paladine desfiló por los Campos Elíseos el 16 de mayo de 2007. A pesar de las modificaciones, mantuvo la elegancia del modelo de serie. No obstante, la instalación del mecanismo retráctil obligó a reducir drásticamente la capacidad del depósito de combustible, lo que, combinado con el consumo del motor V6, lo hizo inviable para un uso regular. Tras la ceremonia, el Peugeot 607 Paladine no volvió a ser utilizado.
La historia de Peugeot y la república de Francia se entrelazan, demostrando que el automóvil presidencial es un espejo en movimiento de la identidad, la modernidad y las prioridades de cada mandato. Desde el lujo sobrio del Type 156 hasta la discreción ultrasegura del 5008, estos vehículos siguen siendo testigos silenciosos y protagonistas rodantes de los momentos más cruciales de la nación.

