Arquitectura para el bien común

Recuperar los espacios públicos fue la consigna del Centro de Cultura Contemporánea de Barcelona y cinco fueron los proyectos internacionales seleccionados. El ganador se llevará el gran premio, pero además aportará un lugar donde los ciudadanos podrán interactuar y disfrutar. 

El Premio Europeo del Espacio Público Urbano es un certamen bienal y honorífico organizado por el Centro de Cultura Contemporánea de Barcelona (CCCB) y se otorga a las mejores intervenciones de creación, transformación y recuperación de los espacios públicos en Europa. Durante la edición 2022 se presentaron 326 proyectos, llegados de 35 países. La cifra fue un récord de participación, lo que confirma el compromiso de la arquitectura en el contexto actual y el futuro del espacio público en el desarrollo de las ciudades. El proyecto ganador se anunciará en el CCCB, los días 14 y 15 de noviembre de este año. 

Compartimos las cinco obras finalistas:

Catharijnesingel / OKRA landschapsarchitect – Utrecht, Países Bajos

La restauración de esta vía pública cancela la circulación de vehículos y recupera el agua, para renaturalizar el espacio y dar lugar al peatón y al ciclista.

Hage, 2021 / Brendeland & Kristoffersen architects, Price & Myers – Lund, Suecia

En un paisaje no urbanizado, en las afueras de la ciudad de Lund, este patio cerrado fue creado con ladrillos recuperados de una fábrica demolida.

Jardín comunitario urbano “Sporta pils dārzi”, 2021 / Artilērijas dārzi – Riga, Letonia

Este jardín es el resultado de una iniciativa popular para recuperar un solar abandonado y transformarlo en un espacio público, para disfrutar de eventos y encuentros.

Flow, 2021 / Pool i cool, Decoratelier Jozef Wouters – Bruselas, Bélgica

Flow es la primera piscina al aire libre de Bruselas y fue diseñada y construida con la participación de más de 50 jóvenes. Una estructura temporal para generar el encuentro multigeneracional y disfrutar del aire libre. 

Plaza Saint Sernin, 2020 / Joan Busquets, Pieter-Jan Versluys, BAU – Toulouse, Francia

En este espacio se recuperó el tejido histórico de la ciudad, se expulsaron los coches que ocupaban la superficie y se regeneraron los árboles perdidos. 

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