Un abordaje integral

Con el fin de facilitar el proceso, reduciendo en un 30% el tiempo de obra y el costo total, CIBA es más que un estudio: una empresa de arquitectura que se encarga de la totalidad del proyecto.

Empatía. Ese es el origen del estudio de arquitectura CIBA, de acuerdo a Fabián Lagares, su fundador y CEO. Trabajaba en una multinacional, en un rubro completamente diferente, cuando se embarcó en la construcción de su casa. El proceso resultó estresante, fundamentalmente por el hecho de lidiar con muchas personas distintas para abordar cada aspecto del proyecto.

Aquella experiencia lo motivó a patear el tablero, renunciar a su trabajo y poner en marcha su propio estudio, con un abordaje multidisciplinario. “Al inicio a muchos les parecía una locura la decisión que tomé de dejar mi carrera corporativa internacional y desarrollar este concepto de CIBA. Era algo completamente nuevo en el mercado argentino: unir el mundo del diseño y la construcción en su totalidad, brindando ventajas únicas en tiempos y ritmo de obra, con reducción de costos. Y, todavía más importante, garantizando el disfrute del cliente mientras recorre el camino de ver su proyecto hacerse realidad”, cuenta Lagares.

Con el foco puesto en simplificar el proceso de algo que implica mucho más que una obra (una casa involucra sueños, gustos, disfrute, vida en familia), el estudio está conformado por arquitectos, ingenieros, contadores y administradores, además de un equipo propio de construcción: albañiles, electricistas, plomeros, entre otros profesionales. 

Cada proyecto CIBA se trabaja desde el principio en forma conjunta e integral. Los servicios que brinda el estudio van desde análisis de factibilidad del proyecto hasta garantía de obra, pasando por el diseño, la documentación y aprobación de planos, la gestión administrativa, el asesoramiento impositivo y financiero y, por supuesto, la obra de construcción propiamente dicha.

Este modelo de gestión, aseguran, permite reducir en un 30% no sólo el costo, sino también el tiempo de ejecución total de la obra. Les permite entregar una casa terminada en un plazo de 18 meses a partir del inicio del proyecto.

CIBA, con más de 20 años en el mercado (fue fundada en 2000), es la empresa que más casas construyó en Nordelta, Puertos y alrededores, con más de 300 proyectos y 230 casas construidas. Actualmente emplea de forma directa a veinte personas y, de manera indirecta, a otras doscientas.

En cuanto a estilos arquitectónicos, la empresa aborda todos, respetando la esencia de cada uno de ellos. Para ello, se nutren de bibliografía específica, estudian la cultura en la que surgió cada estilo y lo acondicionan a las características locales. “Cada casa, cada cliente, cada proyecto, representan un desafío único”, explica Lagares.

Entre los cientos de proyectos desarrollados, se destaca una casa que, en rigor, es previa a la formalización de la compañía, pero en la que ya se trabajó con el espíritu que guió las décadas siguientes. Se trata de la primera casa de estilo francés realizada en un barrio privado en Argentina, en 2000, que marcó tendencia en este ámbito. El estilo solía ser usado, anteriormente, en ciertos barrios residenciales de grandes ciudades.

Otro proyecto que desde CIBA recuerdan con especial estima tiene, por un lado, reminiscencias a la Casa Curutchet, el único proyecto materializado de le Corbusier en Argentina; y, por otro, similitudes de diseño con el MALBA. Obtuvo un premio internacional de la revista Wallpaper.

CIBA también brinda garantías de construcción por diez años, un programa de garantía extendida y seguro de vivienda, junto a una carpeta con manuales. La garantía es la culminación del proyecto y forma parte del CIBA Concept, una propuesta integral que comienza en el asesoramiento previo a la concreción de la obra.

“Vivimos y trabajamos en nuestro Estudio de Arquitectura Nordelta, por lo que seremos vecinos y amigos luego de la realización de cada emprendimiento en el barrio”, agrega Lagares.

Datos de contacto 

www.cibaarquitectura.com

@cibaarquitectura

Av. del Puerto 215. Piso 7 – Nordelta 

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