Con más de 30 años de experiencia y prestigio en el mundo de la arquitectura, el arquitecto Carlos Sallaberry, director del estudio de Viñoly en América Latina, rememora los primeros días en que trabajó junto a su colega uruguayo, como socio y amigo.
Escribe Carlos Salaberry (*)
En el 2017, por iniciativa MSGSSS, me asocié con Rafael Viñoly Architects (RVA) para realizar el concurso del edificio de oficinas de Catalinas para Consultatio. Allí renació un contacto frecuente Rafael Viñoly -el arquitecto uruguayo formado en la Universidad de Buenos Aires. que si bien nunca perdimos se daba cada tanto, durante los viajes de Rafael a Argentina o Uruguay.
Finalmente, el concurso no se concretó y quedó flotando la idea de hacer cosas juntos, sumando a la experiencia internacional de Rafael, mi experiencia y conocimiento local y latino. En el verano nos juntamos en Uruguay y acordamos la apertura de la oficina de RVA en Buenos Aires. No fue una decisión fácil dejar MSGSSS, pero sentí que ya había dado todo y aún tenía ganas de subirme a una idea interesante, que potenciara mi actividad de gestión en Latinoamérica.
Los primeros proyectos después de ATC, a partir de 1979, cuando Rafael se radicó y abrió su propio estudio en New York, fueron la Torre de Gelis, el Museo Fortabat, Casa en Barrio Parque y el Aeropuerto de Carrasco, viviendas Aqua y el Puente Garzón, en Punta del Este, Uruguay. Más recientes fueron Cero Infinito, proyecto que donó a la Universidad de Buenos Aires, y EPA -Edificio Plaza Alemania- en Montevideo, ambos terminados.
Teniendo presente el conocimiento personal existente fue fácil alcanzar una fluída relación de trabajo, con esa particularidad coincidente entre ambos, de estar sobre el proyecto desde el momento que nace la idea hasta que se materializa, para garantizar la calidad del producto final.
A partir de la idea, los proyectos se desarrollan en RVANY, con la participación de RVABA, espacio compartido junto a Sebastián Goldberg, en el desarrollo de las fases siguientes siempre reportando al equipo de diseño de New York. La oficina tiene una configuración que puede absorber todo tipo de obras sin importar la escala. Todos trabajamos bajo un mismo patrón: no desviarse de la idea original.
Es sabido que los proyectos Latinos están realizados con ciertos condicionantes, las disponibilidades técnicas locales y las posibilidades presupuestarias. Este conocimiento es muy importante, para ello el estudio cuenta con un espacio que investiga nuevas tecnologías, materiales y su posibilidad de aplicación local, no solo técnica sino también económica.
Las ideas rectoras de estos trabajos, son la eficiencia funcional, energética y operativa y la búsqueda de una arquitectura adecuada al lugar, a la función y al uso, perdurables en el tiempo. Actualmente están en construcción, en Buenos Aires, un edificio de oficinas en Vicente López y el Resort & Hotel San Rafael, en Punta del Este, Uruguay. La experiencia internacional de RVA, me posibilita conocer nuevas técnicas, materiales, pero fundamentalmente una manera de trabajar, todo es muy pensado y no existe la presión del cliente por comenzar si aún el proyecto no está desarrollado, y si hay una necesidad que así sea, debe disponerse de los profesionales necesarios para cumplir con ese objetivo.
En conclusión, estoy muy contento de mis experiencias vividas. La producción latinoamericana, en la que me desenvolví, y me desenvuelvo, si bien es excelente siempre tiene condicionantes que van más allá de las ideas, donde la lucha con el cliente es muy fuerte para que comprenda la diferencia entre inversión y gasto.
(*) Carlos Sallaberry
Conocida es la trayectoria de Carlos Sallaberry en el ejercicio de la profesión, y su participación en instituciones académicas y culturales, en el país y también fuera de él -como en la Bienal Internacional de Buenos Aires, el Consejo Profesional de Arquitectura y Urbanismo o la Sociedad Central de Arquitectos- y su aporte académico como Decano de la Facultad de Arquitectura de la Universidad de Palermo. En la actualidad se desempeña como Director de la oficina de Buenos Aires de Rafael Viñoly Architects (RVA) luego de haber sido socio de MSGSSS Arquitectos, desarrollando obras de distintas tipologías, educación, vivienda, salud y transporte, pero fundamentalmente obras de carácter deportivo. También se desempeñó como Director de Infraestructura de los Juegos Olímpicos de la Juventud 2018, en la Ciudad de Buenos Aires, participando en todo el proceso: desde la elaboración de la propuesta deportiva y cultural, hasta el desarrollo de los Juegos durante siete años.