El lago Central, alma de la Ciudapueblo, sumó recientemente la gran bahía del Centro Cívico. Así quedó prácticamente con su superficie definitiva: un total de 196 hectáreas. Un espejo de aguas limpias y saludables, centro de la vida recreativa nordelteña.
Desde la prehistoria de Nordelta, desde el primer bosquejo de su diseño y desde el primer movimiento de suelos cuando todo esto era una enorme zona baja y despoblada, los espejos de agua tomaron un protagonismo total. Y entre ellos, se destacó nítidamente el lago Central, corazón de la Ciudadpueblo y articulador de todo este nuevo espacio urbano. Este gran espacio lacustre fue modificándose y creciendo a lo largo de estos primeros 17 años de Nordelta, acompañando el desarrollo de los distintos barrios que se conforman sobre sus orillas. Es un componente clave y diferencial, por su paisajismo, porque brinda un escenario único para el desarrollo de actividades náuticas a vela y remo y también por ser un reservorio natural de flora y fauna autóctonos.
El mes pasado, casi dos décadas después desde que Nordelta comenzó a ser una realidad palpable, el lago Central quedó con su conformación prácticamente definitiva, debido a la incorporación de la bahía del Centro Cívico, que hasta ahora se encontraba separada del resto del gran espejo por el cauce original del arroyo Las Tunas. Los trabajos de reencauce de este arroyo, ya finalizados, permitieron unir la bahía con el lago. La obra requirió el movimiento de 100.000 metros cúbicos de tierra durante dos meses.
De esta forma se incorporaron 21 hectáreas a las 175 existentes, por lo que el espejo Central ahora tiene 196 hectáreas totales, con un corredor de 2.650 metros lineales de agua para la práctica de deportes náuticos.
La bahía del Centro Cívico tiene un diámetro de 380 metros entre sus costas, casi el doble del de Bahía Grande. Sobre ella se desarrollarán espacios públicos y habrá próximamente variadas actividades náuticas, que podrán ser disfrutadas por todos los propietarios.