lunes, mayo 12, 2025
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Cerro Champaquí, la montaña que transforma equipos

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En un mundo corporativo donde la eficiencia y el rendimiento son clave, las empresas buscan constantemente nuevas formas de potenciar el talento humano.

Más allá de los clásicos programas de coaching, existe una experiencia que redefine el concepto de trabajo en equipo: la excursión al Cerro Champaquí, la cumbre más alta de Córdoba y un escenario ideal para fortalecer la cohesión y el liderazgo dentro de las organizaciones.

Una experiencia que trasciende el coaching tradicional

La mayoría de los programas de entrenamiento empresarial están diseñados con dinámicas puntuales, pruebas predefinidas y objetivos de corto plazo.

Estos métodos, aunque útiles, a menudo carecen del impacto transformador que las empresas buscan.

La excursión al Cerro Champaquí propone una experiencia con una mirada actitudinal, donde los cambios en los equipos emergen de manera natural a través de los desafíos propios de la montaña. 

• Solidaridad y cooperación auténtica: En el ascenso, cada integrante del equipo descubre la importancia de apoyarse mutuamente para alcanzar la meta.

• Resilencia y adaptación: El trekking presenta condiciones cambiantes que demandan decisiones colectivas, adaptación y fortaleza mental.

• Vínculos genuinos: Lejos de escritorios y jerarquías, los participantes se relacionan desde otro lugar, fortaleciendo la dinámica del grupo.

A diferencia de una mirada activista, donde los ejercicios están dirigidos y estructurados en torno a desafíos momentáneos, acá los aprendizajes surgen espontáneamente.

La montaña no impone pruebas; simplemente pone a prueba.

Mirada actitudinal vs. Mirada activista

El enfoque activista en coaching empresarial suele estructurarse con ejercicios planeados y dinámicas controladas.

Estas experiencias, aunque motivadoras, muchas veces no generan cambios duraderos porque se viven en un contexto artificial.

En cambio, la mirada actitudinal que propone el Champaquí deja que el aprendizaje surja solo.

Cuando un equipo enfrenta juntos la fatiga del ascenso, el clima cambiante o la necesidad de adaptarse al ritmo grupal, afloran valores esenciales como la paciencia, la empatía y la colaboración. 

En la montaña los logros no se pueden fingir ni acelerar. El grupo avanza cuando todos avanzan. Se detiene cuando alguien necesita apoyo. Y supera dificultades por la única alternativa es trabajar juntos. 

En ese proceso, las jerarquías se diluyen y emergen nuevas formas de liderazgo, más humanas, más reales.

Datos clave de la experiencia:

• Ubicación: Cerro Champaquí, Córdoba

• Duración: 3 días y 2 noches.

• Recorrido: 40 km aprox.

• Altitud: 2.790 msnm.

• Alojamiento: Refugio de montaña con todas las comodidades.

• Infraestructura y seguridad: Todo planificado para una experiencia segura, organizada y transformadora.

Inversión en Recursos Humanos con impacto real

Empresas como Citibank, Cablevisión, ESPN y NaranjaX ya vivieron esta experiencia, mejorando la dinámica de sus equipos y fortaleciendo la cultura organizacional.

La montaña enseña sin discursos ni manuales:

Cada integrante aprende a confiar, a liderar y a superar sus propios límites en un entorno desafiante y profundamente humano. 

Si buscás una experiencia con valor real para tu equipo, el Cerro Champaquí es la mejor inversión en capital humano.

Más info sobre la excursión:

https://altorumbo.tur.ar/champaqui-villa-alpina

Ushuaia, vacaciones de esquí con todo incluido

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Tremun Hoteles presenta exclusivos paquetes para disfrutar la nieve del Cerro Castor con estadías de ensueño y servicios premium en Las Hayas y Los Acebos.

Para los amantes del esquí y el snowboard que sueñan con la Patagonia nevada, Tremun Hoteles ofrece tentadores paquetes “Luxury Packs #ski2025” en sus prestigiosos establecimientos de Ushuaia: el cinco estrellas Las Hayas Ushuaia Resort y el cuatro estrellas Los Acebos Ushuaia Hotel.

Ubicados en un entorno natural privilegiado, en pleno bosque fueguino camino al imponente Glaciar Martial, ambos hoteles invitan a vivir una experiencia invernal completa. Además de la cercanía a las pistas, proponen actividades recreativas dentro de sus predios, como senderos panorámicos de trekking guiado y autoguiado, ideales para disfrutar en familia, en pareja o con amigos.

Quienes elijan los programas de esquí de 5 o 7 noches en Las Hayas Ushuaia Resort, se deleitarán con servicios exclusivos que incluyen:

 • Desayuno buffet con pastelería artesanal e ingredientes saludables.

 • Acceso ilimitado al completo Spa del Hotel con piscina climatizada, jacuzzis interior y exterior, sauna, baños de vapor, ducha escocesa y gimnasio (menú de masajes con costo adicional).

• Traslados in/out Aeropuerto-Hotel-Aeropuerto.

• Traslados al centro de la ciudad en horarios preestablecidos.

• Traslados diarios al Cerro Castor en dos horarios programados.

• Pases de esquí para disfrutar de las pistas del Cerro Castor.

• Acceso ilimitado al exclusivo Las Hayas Ski Lounge en la base del Cerro, con snacks y bebidas calientes sin cargo.

• Espacios de recreación infantil para los más pequeños.

• Opcionales paquetes de cenas All Inclusive en el Andez Winter Buffet Gourmet.

•Las Hayas Resort ofrece opciones de estadía como la Mini SKI WEEK (4 noches y 3 días de esquí) y la FULL SKI WEEK (7 noches y 6 días de esquí).

Además, se ofrecen planes familiares y facilidades de pago en cuotas con tarjeta de crédito.

Para más información y reservas, contactarse al 

0800-333-8736. E-mail: lashayas@tremun.com.ar

También podés seguirlos en Instagram: @lashayasresort

“Malba Puertos muestra que el arte es para todos”


Juan Herreros encabeza un estudio especializado en arquitectura cultural. Existen obras suyas en diferentes países de todo el mundo y su equipo proyectó el revolucionario edificio de Malba Puertos, “un sitio para habitar, que la gente incorpora a su vida cotidiana”.

Diseñar, proyectar y construir obras de diferente tipo en los sitios más diversos del planeta, con historias y bagajes culturales muy diferentes, suele ser un gran desafío para los arquitectos que cruzan las fronteras de su propio país. Juan Herreros es uno de ellos. Este español, nacido en San Lorenzo de El Escorial en 1958, es el socio fundador del Estudio Herreros, que hoy tiene oficinas en Madrid, Ciudad de México y New York. En Argentina su nombre se hizo conocido en los últimos meses, tras la apertura de Malba Puertos, obra suya que marca un punto de quiebre en el concepto de lo que se espera de un museo.

–A lo largo de su extensa carrera profesional, usted ha desarrollado obras en diversos lugares del planeta. ¿Qué tiene en cuenta a la hora de proyectar cada una de esas obras, cómo influye el entorno local y la cultura de cada país?

–El entendimiento de las condiciones locales es el beneficio más atractivo de la práctica global de la arquitectura. En estos casos, la mirada curiosa, sensible y desprejuiciada del arquitecto sobre un contexto ajeno puede revelar valores latentes que los que viven esa realidad desde dentro ya no pueden ver. En la práctica de nuestro estudio, el diálogo con los diferentes agentes que conforman el panorama en el que debemos actuar, la lectura, el cine y en general el conocimiento de su historia y sus particularidades nos ayudan mucho a construir un sentimiento de viajero asombrado pero implicado.


Plaza Clara Campoamor y Pasarela Peatonal en Santiago de Compostela, España.

–A pesar de esa diversidad de locaciones, ¿hay señales comunes en sus obras? ¿qué las identifica?

–Quiero creer que la gente busca algo en lo que hacemos que es común a nuestra trayectoria pero que ha demostrado su adaptabilidad a los diferentes entornos en los que operamos. Me inclinaría a pensar que tiene que ver con una simplicidad no heroica, una naturalidad sin complejidades superfluas que muchas veces terminan siendo innecesariamente elitistas, un esfuerzo para que cualquiera se sienta cómodo en lo que hacemos, y un espacio de visibilidad a los oficios que intervienen en la construcción de nuestras obras.

–El cambio de Herreros Arquitectos a Estudio Herreros, ¿fue simplemente un cambio de nombre, o hay una concepción de fondo que lo motivó?

–Tras la disolución de Äbalos&Herreros fueron necesarios casi cinco años para diseñar una nueva forma de trabajo y elegir los compromisos a los que seríamos fieles en el futuro. Este proceso me llevó a transformar aquel estudio unipersonal en una estructura de dos socios mediante la incorporación de Jens Richter, acompañados de una serie de directores de proyecto a los que otorgaríamos una responsabilidad que les permita sentirse partícipes de los proyectos. Todo ello se plasmó en el traslado a un espacio de trabajo que por primera vez en mi vida profesional no suponía la ocupación de una oficina existente, sino que se diseñó expresamente para alojar un espíritu colaborativo y una cultura del diálogo que consideramos el ADN de nuestra oficina y el principal instrumento del proyecto contemporáneo.  

–¿Cuánto influye en su obra y en su trabajo cotidiano la sociedad con Jens Richter, qué le aporta él a Estudio Herreros?

–Más allá de las parcelas individuales asociadas a la enseñanza o a la producción de textos que tienen un carácter más personal, la impronta de las diferentes formas de ser y las diferentes habilidades de Jens y mías dejan huella en la construcción de un ambiente optimista de trabajo, en la disolución de las inevitables tensiones de nuestra profesión, y en la complicidad invisible de mil pequeños detalles cotidianos. Todo ello se vuelca en los proyectos que seguramente serían diferentes si los produjéramos sin la participación del otro, pero que afortunadamente es imposible e innecesario preguntarse en qué consistiría esa diferencia.

–Dentro de su trayectoria, la docencia ha tenido y tiene una importancia singular, ¿cómo la conjuga con su práctica profesional, qué diferencias y coincidencias encuentra en el alumnado en las diferentes universidades del mundo en las que da clases?

–Me apasiona la enseñanza. Como contrapunto del peso de la realidad que inunda la práctica profesional, encuentro en ella un espacio de libertad para la reflexión, la crítica y la experimentación que me permiten ilusionarme cada día con la idea de que a pesar de las dificultades y las contradicciones del mundo que habitamos, siempre hay un hueco para intentar formar parte de los sueños de las personas, y no me refiero a los clientes, sino a los habitantes del planeta que se pueden beneficiar de lo que hacemos sin conocernos, y eso es lo que trato de inculcar a mis alumnos. 

–¿Qué tuvo en cuenta a la hora de diseñar y proyectar Malba Puertos?

–La idea de llevar el arte contemporáneo a un lugar tan inesperado nos atrajo desde el inicio del proyecto. Para nosotros se trataba de hacer realidad algo que habíamos reclamado muchas veces. Hay un texto mío de hace años que enuncia “los museos quieren ser plazas públicas”, contrapunto a la idea de los museos como mausoleos del arte. Por eso le dimos la vuelta al programa tradicional creando un enorme vestíbulo al aire libre, eliminando circulaciones, jerarquías y cualquier filtro elitista… buscando esa transparencia de los pabellones que demuestra que no hay nada críptico ni reservado a los expertos, que el arte es para todos y si hay algo que puede hacer posible este enunciado es la arquitectura. 

–El edificio de Malba Puertos rompe con el concepto tradicional de lo que se espera de un museo. Usted mismo ha dicho ya que es un sitio más para habitar que para visitar, ¿esto obedece a una tendencia internacional?

–Hay una tendencia planetaria que busca descentralizar las instituciones para enriquecer un tejido que necesita piezas de escala variada. La tendencia más extendida consiste en poner en crisis el ritual de la visita que transforma al usuario en sujeto pasivo contemplador de algo que le es ajeno. Obviamente eso es más que pertinente en los grandes museos con sus maravillosas y abrumadoras colecciones, pero para llegar a ellos, mucha gente, especialmente los jóvenes, necesitan experiencias más amables que les señalen el camino, que les demuestren que el arte les va a ayudar a comprender el mundo y que sus temáticas se refieren a las cosas que nos preocupan a todos.

–¿Podemos considerar Malba Puertos como una propuesta pionera de una nueva generación de museos?

–Modestamente te respondo que sí. Nosotros lo denominamos el “No-Museo” que, por no tener, no tiene ni acceso principal. El objetivo es que te lo encuentres, lo habites o lo atravieses de manera que la gente lo pueda incorporar a su vida cotidiana porque, además de recorrer las exposiciones, usa su café o asiste a las proyecciones de cine mientras los niños aprenden cerámica. La tradición diría que esos usos son secundarios y en cierto modo contaminantes de la pureza de la gran responsabilidad del museo como garante del valor del arte. Sin embargo, inscribir el museo en las horas de aprendizaje, ocio o encuentro social de las personas genera unos efectos inmediatos de pertenencia, de orgullo, de ser parte de otras conversaciones, y eso nos encanta por lo que tiene que ver con la responsabilidad de la arquitectura como servicio a la sociedad. Desde luego es muy emocionante ver cómo la gente de Escobar ha hecho suyo este enclave y cuántas cosas están entendiendo de su entorno y su historia gracias al programa del centro, en el que intencionadamente se ha evitado escribir la palabra museo en el edificio.

WPC: la revolución sustentable


La sustentabilidad ya no es una opción, sino una necesidad. En el mundo de la arquitectura y el diseño, la búsqueda de materiales que combinen estética, funcionalidad y compromiso ambiental es cada vez más relevante.

El WPC (Wood Plastic Composite) se posiciona como una alternativa para revestimientos exteriores porque combina la calidez de la madera con una resistencia superior y un menor impacto ecológico. Su aplicación en exteriores no solo redefine el espacio, sino que también responde a una necesidad urgente: construir con menor impacto ambiental. En La europea acercan esta solución para quienes buscan un diseño de vanguardia sin renunciar a la sustentabilidad.

Materialidad y sustentabilidad: una dupla posible

El WPC se desarrolló como una alternativa a la madera natural y ofrece una apariencia muy similar, pero con mayor resistencia y menor mantenimiento. Compuesto por aserrín de madera y polietileno de alta densidad reciclado, este material minimiza la tala de árboles y reduce el desecho plástico, transformándolo en un recurso valioso. A diferencia de la madera, no requiere barnices ni selladores, lo que evita el uso de químicos. Su durabilidad también es clave: es altamente resistente a la humedad, los rayos UV y las variaciones climáticas.

Diseño y sustentabilidad en cada detalle

En la empresa La europea entienden que cada material es parte fundamental del diseño de un espacio. Por eso, ofrecen revestimiento de WPC como Deck, Cladding y Perfil, para transformar exteriores. Con una instalación sencilla y una vida útil prolongada, el WPC es ideal para quienes buscan innovación y compromiso ambiental en sus proyectos.

Arquitectura consciente: diseño y eficiencia

Además de su impacto ambiental reducido, el WPC ofrece ventajas funcionales que lo convierten en un aliado del diseño eficiente. Su aplicación contribuye a la aislación térmica, ayudando a mantener la temperatura estable. En un contexto donde la eficiencia energética es un pilar de la construcción sustentable, este tipo de revestimientos aporta una solución concreta.

Desde lo estético, en La europea optan por una gama de tonos versátiles que se integran perfectamente en proyectos de arquitectura contemporánea, aportando calidez y sofisticación.

Hacia una nueva manera de construir

“Creemos que el diseño y la sustentabilidad ahora son parte de un mismo objetivo: crear espacios que dialoguen con el entorno y reduzcan su impacto ambiental”, afirman en La europea. Con esa premisa, colaboran para incorporar este material en tus proyectos, dando un paso hacia una arquitectura más responsable, donde la innovación y el respeto por los recursos naturales marcan el camino del futuro.

En un mundo donde la sustentabilidad es clave, elegir materiales innovadores como este hace la diferencia. ¿Tu próximo proyecto será parte del cambio?

Conocé todos sus productos en

www.laeuropea.com

El prodigio sigue asombrando


Horacio Lavandera ya tiene 40 años y una trayectoria de más de 25, siempre haciendo maravillas con su piano. En junio volverá a tocar en Nordelta, donde brilló en un par de oportunidades ya lejanas en el tiempo. En esta entrevista repasa su carrera musical y anuncia el audaz repertorio que presentará.

Texto: Juan Martín Roldán

El nombre de Horacio Lavandera se impuso como un huracán en la música clásica argentina y mundial hace ya más de dos décadas. Aquel niño prodigio deslumbró a propios y extraños con sus mágicas interpretaciones de sinfonías y conciertos para piano, y dejó su huella en Nordelta desde sus mismos orígenes, cuando la ciudad apenas asomaba. Hoy Horacio tiene 40 años, ya no es un niño ni un adolescente, pero sigue siendo un prodigio de las artes musicales, uno de los pianistas latinoamericanos de mayor proyección internacional.

Volverá a tocar en Nordelta en el próximo mes de junio, y como anticipo de esa presentación se prestó a una charla con esta revista. Conserva aquella cara de chico lleno de asombro y la sonrisa cálida que siempre lo caracterizó, pero hoy luce más aplomado, seguro de sus palabras y quizás liberado de la autoexigencia que su actividad y su propia forma de ser demandan. “Hace cinco años comencé a hacer terapia”, confiesa. Algo que coincidió con la muerte de su padre y mentor, José María, en julio de 2020. 

–¿Cómo estás Horacio?

–Bien, muy bien. Vengo de hacer el año pasado una gira por toda la Argentina, muchas de sus ciudades más importantes, todas con el mismo programa, y también estuve en Estados Unidos, en mayo del año pasado toqué en el Carnegie Hall de New York. También estuve inaugurando una sala de conciertos en la Universidad de Miami, hice conciertos en Minnesota… Así que fue una gira muy hermosa con un repertorio muy enfocado en Estados Unidos, con mucho hincapié en Gershwin y en música clásica. Y también de un compositor muy importante argentino de un pequeño pueblo de Salta, Dino Saluzzi, me alucinan muchísimas obras de él. 

–Llevás alrededor de 25 años de carrera, ¿no?

–Yo empecé a ganar concursos, se podría decir de modo profesional, con 13 años.

–Entonces son 27 años, ¿qué hitos podés reconocer en esta trayectoria?

–Hay muchas decisiones que fui tomando a lo largo de mi vida que no se resumen en mi vida profesional, sino en toda mi vida. No la puedo desligar de la música, por supuesto. Entonces, si vos querés que te conteste algo práctico, vamos a mi currículum. A los 16 años gané en el concurso Umberto Micheli en Milán, trabajé con Maurizio Pollini, grandísimo pianista italiano, luego toqué en grandes salas de Europa, hice giras con la Orquesta de las Américas con sólo 18 años. Antes, con 16, fue mi debut en el Colón y en la Scala de Milán. Esos y otros posteriores fueron grandes hitos. Pero si vamos a algo más profundo, creo que todo empezó cuando estaba en la panza de mi madre, cuando ella estaba acompañando los primeros pasos de ballet de mi hermana, escuchando música clásica, escuchando Bach, Tchaikovski… Y bueno, ya yo nací en un ambiente muy propicio para la cultura y fui tomando la decisión de ser músico con muy poquitos años. El acompañamiento de mi familia fue clave para mí, algo bellísimo.

–¿En algún momento tuviste que decidir la dedicación plena a la música?

–Fue como algo… natural. Pero es cierto que a los 12 años yo le planteé a mis padres que me quería dedicar seriamente a la música y ahí hubo ciertos conflictos. Yo ya quería empezar a prepararme seriamente para concursos, quería tomar el riesgo de dedicarme a eso. Había inicialmente una resistencia de parte de mi madre, pero mi padre me acompañó en todo momento. Y así fue que dejé el colegio y me empecé a dedicar a estudiar 12 horas por día. Fue un proceso de decisiones complicadas, tan complejas a nivel psicológico, a nivel familiar, a nivel económico, a nivel de todo tipo.

–¿Y dentro de la música tu opción siempre fue el piano o en algún momento hubo otra cosa?

–No, siempre fue la música como algo global. Yo quería convertirme en una persona muy instruida, que pudiera abarcar muchísimas culturas. Eso me persigue siempre. Y el piano es el mejor vehículo para organizarte culturalmente, porque es el instrumento más completo. Te permite componer, dirigir orquestas, hacer arreglos independientes, vincularte con la música de un modo mucho más rápido y más efectivo que cualquier otro instrumento. Sí, el piano es el instrumento rey perfecto.

–¿Te sentís más cómodo como solista o acompañado con una orquesta?

Me siento bien tanto en una posición como en la otra, lo hago desde que tengo 13 años, siempre con tanta pasión a la hora de tocar solo o con orquesta. Los solistas tenemos un enfoque muy personal, muy particular, y tenemos que contagiarlo al resto de los músicos que quizás tienen que ir estudiando o viendo la obra de un modo totalmente distinto.

–Tu profesión demanda perfección, ¿cómo manejás la autoexigencia?

–Al punto que me permita vivir tranquilo. Es claro eso, ¿no? Puede ser impertinente, pero tiene que haber un límite. Así que lo único que puedo decir es que desde hace cinco años hago terapia. En estos últimos 20 años, 15 años están apareciendo cada vez más recursos psicológicos y de terapia grupal para ir acompañando las distintas dificultades que puede ir teniendo un artista a lo largo de los años. Perfección puede ser una palabra muy diabólica, pero entiendo que como artistas tenemos que buscarla. En el caso mío particular, me fascina todo lo que tiene que ver con todos los detalles, por ejemplo, las distintas velocidades de pulsación de la tecla, los colores, entre comillas, que se pueden lograr con mi instrumento. Y todo esto trato de llevarlo a la máxima expresión y para eso necesito trabajar mucho, perfeccionarme en ese camino. Hay muchos movimientos implicados, está todo el cuerpo, está la respiración, está todo mi ser, la parte espiritual y todo lo que va a resonar en ese piano.

–Pasemos al repertorio, ¿lo elegís vos en cada gira, en cada presentación?

–Sí. Y ahora tengo un repertorio muy interesante, muy hermoso, que estoy presentando para el concierto de Nordelta del 28 de junio. Desde el año 2008 que no toco ahí.

–¿Con qué se va a encontrar la gente de Nordelta que no te ve desde aquel momento? Han pasado 17 años.

–Me cuesta mucho decirlo a mí. Hay cosas muy parecidas. Sigo buscando, digamos, los mismos detalles. Pero podemos estar hablando cinco horas de lo que me pasó desde ese momento. En esencia soy la misma persona y voy a presentar otro repertorio, muy ligado a un proyecto que estoy armando y que está definiéndose para ir a Liverpool, la ciudad de Los Beatles. El concierto está dedicado a Beethoven en la primera parte, con dos canciones muy populares inglesas, a las cuales Beethoven les hizo variaciones, y luego vienen las Variaciones Diabelli. Es una obra central dentro de la existencia del instrumento piano, una obra maravillosa, gigante. Dura casi una hora y Beethoven no las llama estrictamente variaciones, sino transformaciones. Hay algunas transformaciones que duran unos cuantos segundos. Y luego hay transformaciones que duran cinco o seis minutos, sobre una canción muy popular austriaca, un vals.

–¿Cómo sigue el repertorio de tu concierto?

-Elegí a Gustav Mahler como uno de los referentes más importantes de Los Beatles a la hora de hacer canciones, me pareció muy interesante.

–Eso está explícito, ¿Lennon y McCartney hablaban de Mahler?

Parece que sí. Tiene su lógica, porque Gustav Mahler se convirtió en uno de los compositores más populares luego de la Segunda Guerra Mundial, cuando ellos eran unos niños, así que no me extrañaría nada que estuvieran escuchando la radio en Liverpool, sonaran estas melodías de Mahler y ellos intentaran tocarlas, Paul tenía un piano en su casa, su padre tocaba. Y me pareció muy interesante conectar Mahler con Los Beatles y esas sí son versiones mías por completo, lo mismo que las de Gustavo Cerati. Así llevo todo esto a mi mundo emocional, el mundo de la música clásica. O sea, llevo algo muy popular hacia variaciones, hacia fugas, canon y todos los procedimientos de la música clásica, aunque también algo de música de vanguardia e improvisaciones. Todo ya lo pueden escuchar en mi canal de YouTube, pero va a ser la primera vez que lo voy a hacer en vivo.

–Tuviste apariciones en recitales de rock, como el de Ciro y Los Persas en 2019, pero va a ser la primera vez que lo interpretes en un concierto tuyo, ¿no?

–Si llamamos rock al oficio de Gustavo Cerati, es la primera vez que voy a tocar eso. Aunque trasladado a la música clásica. Y sí, claro, esto lo puedo hacer porque tengo una formación como compositor, compongo permanentemente.

–¿Qué buscás en tus composiciones? ¿A qué te orientás?

Tengo muchas vertientes. Algo en temas nacionalistas, como una serie de danzas, un tango, una chacarera, una zamba para cuatro manos que las estrenó todas, un dúo, una pianista japonesa y un pianista alemán. Estrenaron todas estas piezas en Alemania. Tengo grabados como 40 opus míos.

–¿Cuándo empezaste con la composición?

Es algo de toda la vida. Tuve siempre profesores de composición, desde muy pequeño. En YouTube hay composiciones de cuando era más pequeño. Tengo algunos homenajes a Gershwin también, que era una composición de cuando tenía ocho años, todavía me queda grabar eso. Y después tengo toda una parte que tiene que ver con las ciencias. Me interesa mucho, siempre me pareció que había un camino ahí para la música, para el desarrollo infinito.

–Es curioso eso, ¿no? Porque uno en principio piensa la matemática o la física como ciencias exactas, duras, en contraposición con las artes y su lado creativo. ¿Cómo unís esos dos caminos?

Bueno, no hay ninguna contraposición en realidad. Están  ligados. Si no, no tendría ningún sentido todo el trabajo de Leonardo da Vinci por ejemplo. Los más grandes creadores se han nutrido de la matemática, la física y la astrofísica para crear sus mejores composiciones, sus mejores obras. Por eso no es nada sorprendente, es lo más natural para lo que es el conocimiento.

–¿Tenés algún sueño pendiente? 

–Sí, claro, miles de sueños. ¿Te digo uno? Me gustaría volver a formar mi propia orquesta, que tuve hasta que falleció mi padre. Él la organizó y era el director ejecutivo. Me gustaría organizarla, hacer conciertos desde el piano, de Mendelssohn, de Schumann, todos los de Gershwin. Me gusta como desafío para el futuro.

–Cerremos la entrevista con el top tres de tus compositores favoritos.

–Beethoven es el primero, sin lugar a dudas. Luego Mozart y Johann Sebastian Bach. No en este orden, porque no tengo número tres. Sí tengo que nombrar a estos tres. Mozart y Beethoven por la cantidad de obras. Pensá que me voy a morir y no voy a poder tocar todas las obras para piano de estos compositores. Estamos hablando de una cantidad abrumadora de obras, es impresionante. Y luego la calidad. Cada obra es un mundo.

Inteligencia artificial: el futuro del aula


Las nuevas tecnologías abren las puertas a un nuevo aprendizaje y transforma el rol del docente. Juan María Segura, especialista en Innovación Educativa, plantea los beneficios y riesgos del uso de la IA en el sistema educativo. 

La inteligencia artificial (IA) demanda una transformación profunda en la educación, exigiendo docentes alfabetizados digitalmente y espacios de aprendizaje innovadores. Sin embargo, ¿se puede garantizar que se utilice como una herramienta complementaria, de forma segura, ética y responsable en el ámbito de la educación? Quien responde es Juan María Segura, consultor y experto en innovación y gestión educativa: “Sí, se puede garantizar un aprovechamiento sano y útil de las nuevas herramientas de IA, pero es necesario que el personal directivo y docente se familiarice con las características centrales de estas herramientas y sistemas emergentes, y que habiliten sus usos dentro del proceso de aprendizaje de una manera asertiva”, afirma el especialista en innovación educativa.

–¿Cuáles serían los beneficios más relevantes que la IA puede aportar al ámbito educativo?

–En primer lugar, la IA habilita procesos creativos en múltiples ámbitos (literatura, música, pintura, diseño, codificación, etc). Los sistemas de IA generativa poseen un potencial creativo casi ilimitado, que puestos en diálogo con un usuario interesado (un aprendiz dentro de un entorno ‘curado’ y contenido como es la escuela) pueden desplegar diálogos convenientes y aprendizajes significativos. En segundo lugar, los sistemas de IA obligan a preguntar y a solicitar con precisión, y ninguna respuesta de ningún sistema de IA será mejor que la calidad de aquello que ha sido solicitado. Finalmente, veo un tercer beneficio, vinculado a la capacidad de iterar con esas herramientas en un diálogo dinámico, en una gimnasia intelectual estimulante para el aprendiz, dando a la institución educativa la oportunidad de hacer una utilización más intensiva del tiempo.

–¿Y cuáles considera que podrían ser los riesgos de su uso?

–El primero está vinculado a la potencial naturalización de la deshonestidad y el engaño. Deben tomarse recaudos en las consignas de trabajo para evitar que las producciones de la IA sean presentadas por los alumnos como elaboraciones propias. Frente a este riesgo, la escuela está obligada a revisar la forma en la cual evalúa o mide progresos en aprendizajes. El segundo riesgo se refiere a la tercerización del esfuerzo reflexivo e indagatorio que supone el acto de aprender, que debe seguir siendo un ejercicio que insuma esfuerzo intelectual, donde la IA deberá complementarlo y reforzarlo. Finalmente, el abuso de la utilización de estas herramientas no supondría ningún beneficio para la experiencia escolar, así que se deberán tomar recaudos para matizar sus usos como otras consignas y prácticas de aula.

–¿La IA transforma el rol del docente en el aula? ¿Deberá sumar nuevas habilidades?

–Sí, lo transforma por completo. Las instituciones educativas se enfrentan con la necesidad de diseñar otra aula, pensada para otro aprendiz. Las nuevas generaciones demandan otra experiencia, responden con entusiasmo a otro diseño, y dan la espalda al aula tradicional. Ese nuevo espacio de interacción deberá estar conducido por docentes del siglo XXI, tecnológicamente alfabetos, equipado con nuevas herramientas de trabajo, vinculadas a las tecnologías emergentes (la IA generativa a la cabeza). 

–¿Cómo vislumbra el futuro de la educación, con la IA ocupando un papel cada vez más importante?

–Un informe del Foro Económico Mundial afirma que las matemáticas, la lectura y escritura figuran como las mayores capacidades que pueden ser reemplazadas por la IA. En el otro extremo, enseñar, ‘mentorear’, ‘coachear’, poseer empatía y ofrecer escucha activa figuran entre las que no tienen casi ningún riesgo de ser reemplazadas. Por lo tanto, vislumbro al futuro de la educación intentando darle forma a un sistema con más diálogo y escucha, apuntalando con sensibilidad y empatía procesos personalizados de aprendizaje asistidos por herramientas digitales, ejercitando a los alumnos y entusiasmándolos con la idea de aprender y desaprender durante toda la vida. 

–¿Puede la IA colaborar para que los estudiantes tengan acceso a una educación de calidad?

–Absolutamente, de la misma manera que internet habilita accesos al conocimiento como nunca. Sin embargo, es necesario diseñar un nuevo sistema educativo. En 2019, el Consejo Federal de Educación, a través de las resolución 352/19, estableció el marco curricular de referencia para la formación de técnicos superiores en ciencias de datos y en IA. Esas iniciativas gubernamentales van en la dirección correcta, pero son insuficientes. Lo que debe hacer la política educativa es darle vida a una nueva discusión, tal vez la más estratégica de todas, con el fin de darle forma a un nuevo sistema educativo.

La revolución del bienestar digestivo


Referente en salud digestiva y el bienestar, el Dr. Facundo Pereyra afirma que muchas de las enfermedades se relacionan con el mal funcionamiento de los intestinos.

Que tu alimento sea tu medicina, y tu medicina sea tu alimento”, dice la frase atribuida al médico griego Hipócrates, considerado el padre de la medicina, y el Dr. Facundo Pereyra (MP 94615) tiene mucho que decir al respecto. Desarrollador del Programa B15® (“Bienestar en 15 días”) y creador del primer autotest de impacto extradigestivo de mal funcionamiento intestinal, su trabajo transformó la vida de miles de personas.

Oriundo de Cipolletti, provincia de Río Negro, Pereyra se recibió en la Universidad del Salvador, donde obtuvo su título de médico y realizó su residencia en el Hospital de Clínicas General San Martín, dependiente de la Universidad de Buenos Aires, y se especializó en Gastroenterología en el Hospital Bonorino Udaondo.

–Hoy es considerado el principal referente en salud digestiva y bienestar de la Argentina. ¿A qué se debe este logro?

–El logro se debe a tener una apertura hacia el mundo de la medicina alternativa, que tiene miles de años de conocimiento y sabiduría, y nunca nadie las había integrado. Entender que la microbiota y que el intestino pueden ser fuente de enfermedades, y que eso lo viene viendo hace muchos años la medicina funcional y la medicina ayurveda. Fusionarla con los últimos logros de la gastroenterología convencional fue lo que me permitió desarrollar un plan de salud digestiva, que también impacta hacia casi todas las enfermedades.

–¿En qué consiste el protocolo nutricional de 15 días que desarrolló, llamado B15®?

–Es un protocolo antiinflamatorio, de autoconocimiento para la intolerancia alimentaria. En la fase 1 eliminamos alimentos inflamatorios y el intestino logra reposar, se mejora la calidad de los bichitos intestinales y se desinflaman las paredes. Eso conlleva un alivio y la desaparición de los síntomas digestivos. Al aquietarse el sistema inmunológico, ya que se revierten los fenómenos de hiperpermeabilidad, empiezan a disminuir los síntomas fuera de la parte digestiva, que están asociados con los dolores de cabeza, la fatiga crónica, la cervicobraquialgia, candidiasis, hormigueos, sobrepeso, alergias y las enfermedades autoinmunes. También la candidiasis vaginal, las infecciones urinarias crónicas y más.

–¿Este Programa B15 es para todo tipo de pacientes?

–Sí, pero como un complemento de la atención con el médico de cabecera. Hay algunas contraindicaciones para gente que está con bajo peso, o gente con trastornos de la conducta alimentaria, por ejemplo.

El primer libro del Dr. Pereyra, “Resetea tus intestinos”, fue un best-seller internacional, liderando las listas de los más vendidos en 2022 y 2023. También es autor de “La vida después del reseteo” y “Hábitos: Guía práctica para armar rutinas saludables”. En 2024, fue distinguido con el Martín Fierro Digital en la categoría “Mejor Contenido Temático Profesional”, reconociendo su impacto en la divulgación científica y la educación en salud.

–En su nuevo libro “Agotados”, afirma que el cansancio crónico a causa de la vida moderna puede manejarse incorporando rutinas saludables. ¿Qué tipo de rutinas serían?

–Algunas de esas rutinas, en especial, pueden ser los ejercicios, la meditación, los programas de reparación intestinal. Incorporar hongos adaptógenos, los hongos que ayudan al cuerpo a adaptarse al estrés, la ansiedad y la fatiga; baños de agua fría, exposición al sol y la higiene del sueño, para dormir mejor y prevenir trastornos del sueño. Diría que la gran mayoría de las personas con fatiga crónica hoy tienen su intestino más permeable a causa del gluten, y el proceso podría revertirse solo con eliminar este alimento.

Además de su labor como médico y escritor, el Dr. Pereyra es director médico de la Fundación Manos que Ayudan y realiza aportes y colaboraciones en diferentes instituciones, municipios y comedores; y comparte su conocimiento a través de conferencias y sus redes sociales, donde reúne a más de un millón y medio de seguidores.

–Si bien es un médico tradicional, ¿usted también integra la medicina no convencional en sus diagnósticos? ¿De qué forma lo hace?

–Justamente, aprendiendo de la medicina alternativa y sumándola a los planes alimentarios, fusionándola con la gastroenterología convencional. Además del uso de terapias orientales para el estrés, como el reiki, la meditación y el yoga. Es que, como somos un todo, el ser humano es cuerpo y mente. Por lo que si nos focalizamos solamente en el cuerpo, el paciente no termina de sanar.

–¿Por qué piensa que cada vez son más los pacientes que no se quedan solo con el diagnóstico de la medicina tradicional?

–Porque la medicina está un poquito cerrada a todos estos nuevos conceptos: no incluye a la salud mental, ni la espiritual y menos a la alimentación. Casi no se enseña de nutrición en la Facultad de Medicina, pero la alimentación es la clave de la salud. Tenemos que usar el alimento como medicina y eso es lo que todavía la medicina tradicional no hace.

El secreto de la pizza perfecta


El destacado chef Roberto Petersen, ahora detrás del proyecto Pizza Zën, comparte sus recetas exclusivas para lograr una masa de pizza al molde, digna de restaurante.

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nspirado en el ritual de hornear pizza que su familia celebraba cada domingo, el chef Roberto Petersen, junto a su hijo Mateo, creó Pizza Zën, una línea de pizzas congeladas que lleva la experiencia de la pizza gourmet a la comodidad del hogar. “La clave de una buena pizza está en la masa”, afirma. Y para confirmarlo, comparte sus recetas para obtener una masa perfecta.

Receta de masa para pizza al molde

2 bollos de 530 g cada uno. Molde de 33 cm de diámetro.

Ingredientes:

600 g de harina

12 g de sal fina

5 g de levadura seca

420 g de agua fría

24 g de aceite de oliva.

Preparación:

En un bol grande, o en el bol de una amasadora con gancho, colocar la harina, la sal y la levadura.

Agregar el agua, mezclando hasta que toda la harina esté hidratada. Dejar reposar la mezcla durante 15 minutos en el bol.

Añadir el aceite de oliva en forma de hilo de a poco.  

Amasar por 6 minutos en máquina o 10 minutos a mano.

Primera fermentación: Tapar el bowl y dejar reposar entre 45 y 60 minutos.

Formado de bollos: En una mesada con muy poca harina, dividir la masa en dos partes iguales y formar dos bollos.

Segunda fermentación en frío: Poner cada bollo en un recipiente, ligeramente aceitado. Taparlos y ponerlos en la heladera durante 24/48 horas.

Preparación para hornear: Sacar los bollos del refrigerador tres horas antes de hornear. Engrasar con aceite de oliva la base y los lados de los moldes para pizza. Colocar cada bollo en su molde y estirar suavemente la masa hasta los bordes. Tapar y dejar que la masa fermente a temperatura ambiente, durante aproximadamente dos horas y media.

Cocción: Precalentar el horno a su temperatura máxima durante al menos 30 minutos.

Mozzarella clásica

A la masa de pizza al molde, añadir 210 g de salsa de tomate sobre la masa y hornear durante 10/12 minutos. Retirar la pizza, agregar 300 g de mozzarella rallada y volver al horno durante otros 8 o 10 minutos, hasta que el queso se derrita y la base esté bien dorada.

Fugazza con queso 

Pelar y cortar 260 g de cebollas en rodajas lo más finas posibles.

Ubicarlas dentro de un colador, debajo de la canilla de agua caliente, por unos 30 segundos. Escurrir y secar muy bien con un repasador o papel de cocina, siempre cuidando de no aplastar el aire acumulado en la masa.

Agregar 160 g de mozzarella y 120 g de queso cuartirolo cortados en cubos y, por encima, las cebollas, esparciéndolas bien por toda la pizza hasta el borde del molde.

Condimentar con aceite de oliva y sal entre fina.

Ponerla en el horno y cocinar por unos 18-20 minutos hasta que los bordes y el fondo estén bien dorados y crocantes.

Al salir del horno, sacar del molde y condimentar con aceite de oliva y orégano por encima.

Una experiencia gourmet en casa

Pizza Zën es el nuevo emprendimiento de Roberto y Lucas Petersen, que ofrece pizzas congeladas de alta calidad, elaboradas con ingredientes frescos y naturales, y siguiendo las recetas exclusivas del chef. El objetivo de Pizza Zën es llevar la experiencia de una auténtica pizza gourmet, y también empanadas, para que todos puedan disfrutar de una comida deliciosa y fácil de preparar, en la comodidad del hogar. Conseguílas en www.pizzazen.com.ar

Un nuevo espacio educativo para los más pequeños


Northlands School Nordelta amplía su propuesta educativa con la incorporación de la sala de 1 año bilingüe para el ciclo lectivo 2025.

En respuesta a la creciente demanda de las familias por opciones de socialización y estimulación temprana para sus hijos, Northlands anuncia la apertura de su sala de 1 año bilingüe (K1) para este nuevo año escolar. Esta iniciativa, que se implementará en su sede de Nordelta, ofrecerá un entorno de bienestar académico, social y emocional para el óptimo desarrollo integral de los más pequeños.

“Es un orgullo dar inicio a esta nueva etapa con la inauguración de la Sala de 1 Año – K1 Jardín Maternal Bilingüe en nuestra sede de Nordelta. Nuestro compromiso es acompañar a niños y familias en sus primeras experiencias de aprendizaje, brindando un entorno de confianza, comunicación y adaptación progresiva, en un marco de bienestar y contención. Además, creemos que la educación no solo transmite conocimientos, sino que también forma corazones generosos, mentes abiertas y lazos que perduran”, afirma la Directora del Kinder, María Carolina Bernengo.

Por otro lado, la Dra. Lucila Fernie, jefa de Pediatría del Hospital Británico, presidenta del board y exalumna de Northlands School, destaca la importancia de los primeros años de vida en el desarrollo del futuro de los niños. “La forma en que estimulamos a ese niño hace una gran diferencia en cómo se prepara después para su educación superior”, afirma. Además, la especialista subraya los beneficios del bilingüismo desde temprana edad, así como la importancia de la música, el arte y el ejercicio físico para la estimulación temprana.

“Consideramos importante que desde sus primeros años, los niños aprendan a valorar la diversidad, colaborar con otros y crecer en un entorno que impulsa la mentalidad internacional y el desarrollo de valores sólidos. En cada juego, en cada experiencia y en cada vínculo que construyen, sembramos juntos un futuro donde el aprendizaje y la amistad van de la mano”, afirma Bernengo.

En este sentido, la propuesta de Northlands para el nivel inicial se centra en ofrecer un ambiente que fomenta la mentalidad internacional y la construcción de valores personales sólidos, incentivando la curiosidad y la autoestima. En la nueva sala, los niños desarrollarán de manera natural las habilidades necesarias para comprender, elaborar y expresar sus ideas tanto en inglés como en español.

Recuerdos de Malvinas


Antonio Mozzarelli ya pasó los 90 años, pero su memoria y sus conocimientos técnicos se mantienen inalterados. Fue Vicealmirante de la Marina y tuvo una destacada participación en la Guerra de Malvinas, 43 años atrás. Aquí relata su paso por las islas.

Hace ya muchos años que Antonio Mozzarelli dejó la Marina. Se retiró a comienzos de los años ’90, como Vicealmirante. Hoy, con tres hijos y siete nietos, tiene ya más de nueve décadas de vida y rememora con especial importancia aquel otoño de 1982, cuando se desató el conflicto armado con Gran Bretaña en las islas Malvinas. “Ingresé a la Marina muy joven, hice el Liceo Naval y la Escuela Naval, me recibí a fines del año 1956. Y siempre me interesaron los submarinos, ya que es un arma que surgió con mucho éxito en la Primera Guerra Mundial. En 1959 decidí hacerme submarinista, hice el curso correspondiente y luego también el de buceo táctico. Fui progresando en la carrera y años más tarde fui comandante de dos submarinos, el Santiago del Estero y el San Luis. En 1967 me destinaron a Inglaterra, donde estuve algo más de un año, y en ese lapso tuve bastantes disidencias y encontronazos con los ingleses. Y en 1979 a Alemania, de donde regresé a fines del ´81”, relata.

–Muy poco tiempo antes del comienzo de la guerra.

–Me designaron para ir a Malvinas el 5 de abril, ya la Operación Rosario se había hecho. Y ahí descubrí que sobre los ingleses sabía más de lo que yo mismo creía. Me entrevisto con el Comandante de Operaciones Navales, Almirante Lombardo, que me dijo: “Nosotros en este momento estamos embarcando minas, en el transporte Bahía Buen Suceso, usted va a ir a Malvinas y va a sembrar un campo minado cuando yo lo ordene y se va a hacer cargo de los medios navales y aeronavales que se están reuniendo ahí. Y ahí en la isla le tengo reservados dos aviones Straker anti submarinos para que hagan el patrullaje cuando usted siembre el campo minado”.

–¿O sea que usted estuvo a cargo de una unidad en las islas?

–Mi unidad después terminó llamándose Grupo Naval Malvinas, que llegó a tener nueve naves. Una de mis primeras medidas fue elegir el buque más o menos apropiado para lanzar las minas y sembrar el campo minado que me habían ordenado, porque yo minador no tenía. Después de varios intentos, porque había mucho viento y oleaje, logramos hacerlo. 

–¿Qué otras misiones tuvieron que cumplir inicialmente?

–Tuvimos alrededor de 43 misiones, las primeras de ellas sin la presencia de la flota y los submarinos ingleses en la zona, pero en las últimas sí. Las instrucciones que yo le impartía a mis unidades eran para las tareas que teníamos que hacer de transporte, aprovisionamiento, combustible y una serie de cosas. Siempre ordené navegar muy pegados a la costa, normalmente de noche. No usaba radio ni radar, salvo en casos de emergencia, para evitar la interceptación. Y así se fueron manteniendo, pero no pudimos evitar algunos encuentros armados y, como resultado de ellos, de las nueve unidades me hundieron cuatro y me averiaron otras dos.

–¿Tenían armamento esas naves?

–Sí, les habíamos instalado ametralladoras que me dio el Ejército. Esas unidades derribaron dos helicópteros ingleses y uno de los guardacostas derribó un Sea Harrier. También recibí unos misiles Exocet y uno de ellos, que lanzamos desde tierra, puso fuera de combate a un crucero ligero de 5000 toneladas.

–¿Qué resultado dieron las minas que habían sembrado en el fondo marino?

–El 13 de mayo, un vigía del Ejército informó haber visto una explosión en la zona de los campos minados. Pero no había ningún buque a la vista y pensé que alguna de las minas había fallado. El asunto fue que después que se produjo el cese de hostilidades, los ingleses declararon que su submarino Ónix había sufrido averías en la proa al chocar contra el fondo, pero en realidad había chocado con una mina nuestra. 

–¿Cuándo se iniciaron los combates?

El 1 de mayo en Puerto Argentino se recibe el primer ataque aéreo de las fuerzas inglesas, y ahí dos de mis unidades tuvieron enfrentamientos contra helicópteros ingleses que venían de los buques de la flota que había arribado a la zona.

–¿Cuánta gente tuvo a cargo en las islas Antonio?

Alrededor de mil personas, entre el apostadero, un lugar llamado Camber (donde había un buen muelle y dos depósitos de combustible de un millón de litros de cada uno) y las nueve unidades. Entre ellos tenía buzos tácticos, que de noche recorrían en una embarcación la bahía interior, lanzando cargas antipersonal para prevenir las operaciones de comando que los ingleses tenían previstas en sus planes para venir a matar a los comandantes que estábamos en tierra.

–¿Tenía conscriptos a cargo?

–Sí claro, había conscriptos, que se desempeñaron muy bien. 

–¿En los combates tuvo bajas?

–Las unidades se perdieron porque fueron atacadas repentinamente por la aviación inglesa, pero las tripulaciones quedaron a salvo afortunadamente, salvo unas pocas excepciones.

–Hay un mérito enorme de los oficiales que estaban a cargo de los barcos, porque para navegar es una zona técnicamente muy complicada.

–Claro, claro. Además, no teníamos cartografía precisa. Mis oficiales se dedicaban mucho a consultar las libretas de bolsillo que llevaban los capitanes malvineros, donde había indicaciones para cada sector de las islas que tenían que navegar. Este grupo quedó disuelto al término de la guerra, y para que quedara constancia de sus actividades escribí un libro que editó Publicaciones Navales. Se titula David contra Goliat, donde quise plasmar el desempeño de esta gente, porque fue maravilloso.

–¿Cómo se comunicaban con las unidades navales?

–Inventamos un código, un código propio que consistía en redactar la orden a transmitir por radio, cambiar los sustantivos por verbos y los verbos por sustantivos, un código que nos habíamos armado de manera que la oración se volvía algo ininteligible, y como se iban incorporando palabras nuevas, cada vez que un buque tomaba Puerto Argentino le dábamos la última edición de esa clave, de manera de no cometer errores. Y con eso nos hemos manejado. Y además, en algunas oportunidades en que teníamos personal que hablaba guaraní, vertíamos las órdenes en ese idioma. Y así no nos pudieron descifrar ningún mensaje.

–¿Usted cayó prisionero?

–Sí, yo fui prisionero aproximadamente un mes, después del 14 de junio. Los primeros 15 días me integraron a un estado mayor mixto, con ingleses, porque había que repatriar a las tropas argentinas, porque en Puerto Argentino éramos como 8000 personas y no alcanzaba el agua dulce para todos. Allí en una comunicación por radio pude hablar con mi esposa para decirle que estaba prisionero, pero que estaba bien.

–¿Tiene esperanzas en que nuestro país recupere algún día las Malvinas?

–El día que nuestra Argentina, y Dios así lo quiera, crezca en poder político con decisiones internacionales, en lo económico con mucho dinero (que es el instrumento para tener poder), y en lo militar, los ingleses nos van a invitar a sentarnos a dialogar sobre las Malvinas. Esperemos que sea pronto. Yo he llegado a mis conclusiones con respecto a los ingleses: respetan el poder; acompañado del derecho, bien, pero si tienen que optar, solamente respetan el poder.