Clásico de clásicos

Mil Millas
Mil Millas

Este año se celebrará la edición número 30 de Las Mil Millas Sport de la República Argentina, la competencia que reúne a los autos más glamorosos del mundo. Un evento único, que atraviesa los paisajes soñados de la región de los lagos patagónicos. 

En 1948, un grupo de fanáticos de los autos antiguos formó el Club de Automóviles Sport (CAS) y con él nació la categoría Sport en nuestro país. Sus integrantes, con una gran dosis de entusiasmo y locura, no sólo amaban sus autos sport, sino también reunirse entre amigos, salir a la ruta y disfrutar de los bellos paisajes. Cuatro décadas después de la fundación del club surgió la competencia que estaba llamada a convertirse en un clásico de la especialidad en el país: Las 1000 Millas Sport de la República Argentina, que este año llegará a su edición número 30.

Esta icónica carrera reúne autos sport de todos los tiempos, verdaderas joyas mecánicas. Durante ella, sus tenaces pilotos recorren los caminos más espectaculares de la Patagonia para probar sus habilidades como deportistas en pruebas de regularidad y disfrutar de una gran aventura en la ruta. 

“Las 1000 Millas Sport Argentina nacieron en el año 1986, cuando un grupo de pilotos integrantes del CAS corrió la Migle Milla, la tradicional prueba de regularidad italiana. Tan fascinados quedaron con esa competencia que decidieron organizar una versión argentina y, en 1989 se hizo la primera edición”, rememora Manuel Eliçabe, vicepresidente del CAS y segunda generación de participantes en las 1000 Millas Sport.

Esta carrera es un auténtico museo rodante, y así llama la atención de todo el mundo.
Esta carrera es un auténtico museo rodante, y así llama la atención de todo el mundo.

A pesar de su espíritu aventurero, las primeras ediciones de las 1000 Millas largaban entre edificios porteños, desde una rampa situada frente a la casa central del Automóvil Club Argentino e iba hasta Mar del Plata o, en ocasiones, hasta la provincia de Córdoba. “Luego se decidió que las rutas más lindas podrían ser las de la Patagonia, donde hay paisajes e infraestructura para hacer una competencia de excelencia”, afirma Eliçabe. Hoy, este continúa siendo su principal circuito, entre caminos de las provincias de Neuquén, Río Negro y Chubut, enmarcados por mágicos ambientes.

Hoy, el cupo de autos que pueden participar de las 1000 Millas Sport es de 150. “Este número es ideal para lograr un riguroso control de las más de 100 pruebas cronometradas que los pilotos deben realizar durante los cuatro días, a lo largo de los 1600 kilómetros de recorrido”, cuenta Diego Gutiérrez Eguía, presidente del Comité Organizador de la carrera. Debido a que tiene carácter internacional, los participantes -con automóviles de alta calidad e historia deportiva- llegan desde tres grandes puntos del mundo. “La mayoría viene de América Latina; también hay un núcleo de participantes europeos (italianos, españoles, ingleses y hasta rusos) y, en tercer lugar, de Estados Unidos. En menor medida, también hemos contado con corredores de Australia y Sudáfrica”, recuerda Eliçabe. A esto, Gutiérrez Eguía agrega que, sean de donde sean, “los participantes son apasionados por los autos sport, máquinas de extrema excelencia técnica y estilística”.

Un Bugatti de los años '20 pasea su inigualable estampa entre las coloridas retamas patagónicas.
Un Bugatti de los años ’20 pasea su inigualable estampa entre las coloridas retamas patagónicas.

Un museo rodante

Las 1000 Millas Sport Argentina es parte de un calendario internacional de automóviles históricos, por lo que cualquiera puede formar parte si está homologado en el registro del Automóvil Club Argentino, que permite participar en pruebas de regularidad en la categoría Sport Histórico. “Solo deben ser mayores de edad y contar con un auto de este tipo, sin la necesidad de ser un apasionado de las carreras. Es un programa completo y agradable para todos, fanáticos o no”, afirma Manuel Eliçabe.

Considerado como un verdadero museo itinerante, del evento participan automóviles sport con pasaporte FIVA (Federation  Internationale  Vehicules Anciens), que van desde 1923 hasta 1987 inclusive. “El auto más nuevo cuenta con más de 30 años de antigüedad; mientras que los más antiguos datan de los años ´20, y son los que largan primero. También se premian la antigüedad de los autos y su performance, por lo que la variedad es enorme”, dice Eliçabe.

Acerca de las pruebas de habilidad conductiva que deben realizar los competidores a lo largo del trayecto, Gutiérrez Eguía comenta que “son más de 100 pruebas de precisión, donde se controla el desvío a la centésima de segundo, del paso del auto en movimiento, por un puesto determinado”. Para este tipo de regularidad se brinda un tiempo teórico, que debe ser cumplido. El que sea más preciso en esas etapas es el ganador.

Hay que destacar que, a pesar de ser una competencia deportiva, la pasión por los autos implica camaradería y solidaridad entre los participantes. “Si lo comparamos con cualquier otro deporte, donde prima la competencia, aquí vivimos un clima muy agradable. La disputa es fuerte, pero compartimos mucho tiempo y sociabilizamos”.

Además, el evento tiene un perfil solidario, ya que se procura ayudar a los habitantes más vulnerables de las zonas recorridas. Todos los años hacemos donaciones a instituciones de bien público, y tenemos una alianza estratégica con el Banco de Alimentos: realizamos remates solidarios con los participantes de la competencia, a total beneficio de la institución”, cuenta Gutiérrez Eguía.

Para interesados

La inscripción para participar de las 1000 Millas Sport de la Argentina está abierta hasta el 15 de octubre. La competencia recorrerá las rutas de la Patagonia desde el 21 hasta el 25 de noviembre y tendrá sede en el Llao Llao Resort & Spa, en Bariloche.

Los interesados pueden anotarse en el website www.1000millas.com.ar.

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