Ellas dieron el golpe

Primer Campeonato Argentino Abierto de Polo Femenino.

Se jugó en Palermo el primer Campeonato Argentino Abierto de Polo Femenino y jugaron las mejores del mundo: la inglesa Nina Clarkin, única con 10 de hándicap, y la argentina Lía Salvo, con 9. La palabra de las  jugadoras top que protagonizaron un hecho histórico en el deporte de reyes.

En “Ellas dan el golpe”,  una película norteamericana de 1992 con Tom Hanks, Madonna y Geena Davis, la liga de baseball queda devaluada porque varios jugadores parten a la Segunda Guerra Mundial. Entonces comienza a surgir el baseball femenino y de a poco se va haciendo muy popular. Algo así sucedió el sábado 2 de diciembre: se abrió la Catedral, y antes de la final del 124 Campeonato Argentino Abierto de Polo (que ganó por quinto año consecutivo La Dolfina), se jugó el primer Campeonato Argentino Abierto de Polo Femenino, con protagonistas como Nina Clarkin, única del mundo que tiene 10 de hándicap, y Lía Salvo, la mejor argentina, con 9. Además, jugó Mía Cambiaso, gran promesa, hija del genial y eterno Adolfito.

Mía Cambiaso, tiene apenas 15 años y 5 de hándicap.

“Que el polo femenino haya crecido tanto viene de años y años. Hubo una época donde las primeras jugadoras, como Paola Martínez y Mummy Bellande, entre otras, la peleaban y peleaban para allanar el camino. Nosotras seguimos por ese camino y de a poco se van consiguiendo las cosas. Pedíamos a gritos el hándicap y lo conseguimos, y ahora acabamos de jugar el primer Abierto Femenino oficial”, detalla Lía Salvo, de 29 años, oriunda del pueblo bonaerense de América, donde viven unos 11 mil habitantes. Ahí, desde los cuatro años que taquea guiada por su padre, Héctor Salvo, ex jugador de Namuncurá Polo Club; luego pasó por el club de su tío José Luis, El Paso Polo Club, y jugó su primer torneo grande cuando con La Dolfina-El Paso venció a La Aguada en la final del Abierto del Jockey Club, el año pasado. En ese partido eran todos hombres, salvo Lía, que integró el equipo ganador y marcó un gol.

En la reciente final de Palermo, su equipo Ellerstina perdió ante La Dolfina-Brava en el último chukker por 7-6. “Aunque perdimos, me pasó algo raro: no me puse triste. Porque después de un tercer, cuarto y quinto chukker malos, en los que estábamos lentas, el equipo reaccionó y terminamos jugando muy bien. Las cuatro conectamos y salimos con nuestras mejores yeguas, que fueron de acero, a dar todo”, confiesa Lía, que tiene varios referentes del deporte, como Miguel Novillo Astrada, Juan Martín Nero y Sunny Hale. Para ella, la emoción de estar jugando un campeonato profesional en su país y en semejante sede fue más fuerte que la derrota. “Sabía que en algún momento se iba a dar el Abierto, lo que no me esperaba era jugar la final en Palermo, antes de la final masculina. Fue histórico, aunque una vez que tiran la bocha a la cancha te olvidás del entorno y la gente”.

Enfrente estaba la número uno del mundo: Nina Clarkin, de 35 años, quien llegó a jugar el Abierto por una invitación de Adolfito Cambiaso para integrar el team junto a su hija. Días antes de la final, la inglesa deambulaba por las canchas de la Asociación Argentina de Polo, en Pilar, junto a su marido y una de sus hijas. Este cronista le preguntó si sentía presión por ser la mejor del mundo: “Ocasionalmente siento la presión porque quiero seguir jugando en el nivel superior y quiero inspirar a otras a mejorar. Pero sobre todo disfruto de mi posición y sólo intento continuar mejorando mi juego”, compartió quien comenzó a jugar a los seis años en su país. “Esto es algo grandioso para nosotros y me emociona ser parte del primer Open femenino. ¡Jugar en Palermo es un honor y un privilegio!”, destacó. Luego comentó que hay algunas diferencias entre el polo de aquí y el de su país. “El polo en Argentina es rápido, abierto y dinámico, y es el mejor lugar del mundo para mejorar, mientras que en Inglaterra tenemos una excelente temporada de polo femenino, jugadores muy talentosos, y una gran profundidad entre nuestros jóvenes, por lo que el futuro se ve fuerte allá”.

Aquí el futuro sin duda está personalizado en Mía Cambiaso, de apenas 15 años. Al ser la hija del mejor jugador del mundo de la historia, el foco está puesto en ella, que está respondiendo con un juego virtuoso. Nina dijo sobre ella: “Con Mía es la primera vez que juego. Es súper talentosa y tiene un futuro brillante”. Lía también opinó sobre quien fue su compañera de equipo alguna vez: “Mía tiene bastante pasión por el caballo en general, tiene mucho apoyo atrás y si lo aprovecha le puede ir bien. Tiene talento y se divierte, que es lo más importante”.

¿Cómo encararán 2018 estas dos cracks? Nina se va a pasar Navidad a Nueva Zelanda y a continuar la temporada de polo hasta marzo, cuando se toma vacaciones en la playa. Y Lía abandonará por esta vez los festejos de fin de año en su pueblo, América, para viajar con su novio Juan Rojas a la India, de donde recibió una invitación para jugar en un palacio. Luego irá a jugar a Tailandia y California, previa escala en Argentina.

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