Preparar el mate y compartirlo une a los argentinos y cada vez más a nuevos paladares internacionales. La nueva Diplomatura Universitaria en Sommelier de Yerba Mate confirma el crecimiento de este producto tradicional.
Argentina junto con Brasil y Paraguay constituyen los únicos tres países en todo el mundo donde crece la planta de Ilex paraguariensis, más conocida como yerba mate. El principal componente para el mate, sinónimo de identidad argentina, hoy atraviesa un proceso inédito para su historia: la están descubriendo y solicitando nuevos consumidores, en Estados Unidos, Europa, Medio Oriente, sudeste asiático y hasta en Oceanía.
Tal es su crecimiento y difusión, que se profundizó la necesidad de ampliar la oferta del producto tradicional y abrirlo a nuevas posibilidades y gustos. Así resurgió el segmento de las yerbas “compuestas”, con la adición de hierbas locales, pero en este caso “blendeadas” con sofisticados pétalos de flores, atractivas frutas deshidratadas y por supuesto, otros tantos ingredientes gourmets.
Un hito para la historia de esta bebida, tan afecta a los argentinos, es el nacimiento de la Diplomatura Universitaria en Sommelier de Yerba Mate, dado que es la primera vez que se estudia con un plan de estudios estructurado. Esto jerarquiza el currículum de los egresados y, de alguna forma, nos muestra la enorme profundidad de conocimientos que conlleva la yerba mate. Cursada 100 % online, con certificación emitida por la Universidad Abierta Interamericana (UAI), la nueva diplomatura canaliza de manera proactiva los mitos populares, las creencias arraigadas y las costumbres familiares, para acercar a todo aquel que lo escuche a un nuevo horizonte: el de encontrar siempre una yerba mate que satisfaga cada paladar y una forma de preparación acorde para el producto que se tenga delante.
PASOS PARA CEBAR UN BUEN MATE
En primer lugar, debemos contar con dos objetos esenciales: el mate y la bombilla. Hay mates de vidrio, cerámica, calabaza, acero inoxidable, madera y más. Elegí el que más sea de tu agrado. Luego, seleccioná la yerba mate, hojas trituradas y pulverizadas de la planta Ilex paraguariensis. Con estos tres elementos ya estamos en condiciones de llevar a cabo la preparación:
Paso 1: cargar el contenido del mate, con aproximadamente 50/60 gramos de yerba mate. Si no disponemos de balanza, o no conocemos la capacidad del mate, hacerlo de manera aproximada en un 75% de su capacidad.
Paso 2: tomamos con una mano la base del mate y con otra mano tapamos su cara superior, luego invertimos la posición de las manos 4 o 5 veces. De este modo logramos que todos los ingredientes de la yerba mate (hojas finas, hojas gruesas, palos y polvos) logren una homogeneización, que se traducirá en una ronda de mate mucho más sabrosa y duradera.
Paso 3: disponemos la carga de la yerba, formando un cono desde la boca del mate y propagándose hacia la base del mate. La yerba mate debe presentarse en el mate de manera inclinada, dejando un hueco libre de producto. En ese hueco, colocaremos la bombilla.
Paso 4: agregamos una pequeña cantidad de agua en el hueco donde está colocada la bombilla. El agua debería estar a temperatura ambiente o bien, un poco fresca. De esta manera, logramos una hidratación inicial de la yerba mate y evitamos “quemar” las hojas. La yerba mate, como otras tantas infusiones, son muy sensibles a los cambios abruptos de temperatura. Por ende, nunca se agrega agua caliente directamente sobre la yerba mate en seco.
Paso 5: luego de haber agregado agua a temperatura natural o fresca, completamos la capacidad del mate, ahora sí, con agua caliente. En un mate bien cebado, el agua caliente nunca queda visible. Sino que se percibe por la calidad de la humedad de la yerba mate.
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