Ídolo y multicampeón como jugador xeneixe, en agosto del año pasado Sebastián Battaglia se puso el buzo de DT y, tras superar momentos difíciles, ya ganó dos campeonatos. Repasó su carrera con Revista Nordelta y también opinó sobre la Selección rumbo al Mundial de Qatar.
Corría el año 1996 y un aguerrido adolescente dejaba la piel en el mediocampo con la camiseta de Ciclón Racing, un club de Santa Fe. Entre Jorge Griffa y Oscar Rgenhardt descubrieron a este chico, que se llamaba Sebastián Battaglia. Así se lo llevaron para la Ribera, donde hizo las inferiores, reserva hasta que debutó en la primera de Boca en 1998: entre sus mayores éxitos con el club, se destacan la triple corona de los años 2000 y 2003: Torneo Apertura, Copa Libertadores y Copa Intercontinental, tras vencer nada menos que al Real Madrid y al Milan, respectivamente. Jugó en la selección Nacional, tuvo un paso por Villarreal de España, hasta que volvió al club de sus amores donde se retiró joven, con apenas 32 años, por una insoportable lesión crónica en la rodilla. Se convirtió primero en entrenador de Almagro, luego volvió a Boca para encargarse de la reserva y finalmente se convirtió en el DT de la primera el 17 de agosto de 2021. En menos de un año, pudo conquistar dos títulos: la Copa Argentina 2021 y la reciente Copa de la Liga 2022. Con estas dos estrellas, se transformó en el máximo ganador de la historia de Boca Juniors, con 19 torneos. “Nunca pensé como jugador ser el que más títulos iba a ganar. Jugaba para ir logrando objetivos y el esfuerzo nos llevó a conquistar muchos torneos, con la suerte de tener técnicos que nos transmitían la mentalidad ganadora, como Bianchi”, cuenta Battaglia en exclusiva para Revista Nordelta.
—¿Solo el Virrey te marcó?
—También otros técnicos, como Basile, Falcioni, Ischia… con todos los que vinieron se logró ganar campeonatos, que siguieron con la misma mística ganadora, cosa que destaco de mi etapa como jugador.
—¿Cuánto influye tener un vicepresidente como Riquelme, con quien compartiste equipo en Boca, Villarreal y la Selección?
—Román es una figura fuerte, todos saben la clase de jugador que fue, lo influyente que es en Boca hoy su presencia y tratamos de que a Boca le vaya bien y lograr las metas que nos planteamos. Como jugadores fuimos compañeros en varios equipos, así que nos conocemos bien y eso me da confianza para plantear un montón de situaciones que son buenas para Boca.
—Estuviste dando charlas motivacionales, ¿qué tal esa experiencia?
—Sí, fue una etapa que se armó con un amigo que es coach y ahora trabaja conmigo en el plantel. Organizamos unas charlas interesantes, pero fue un tiempo corto, porque empecé a dirigir, pero fue una linda experiencia.
—Cuándo dirigías la reserva de Boca, ¿cómo viste la inserción de los chicos y el apoyo de la familia en su crecimiento futbolístico?, ¿reciben mucha presión de parte de los padres?
—Tenés de todo. Hay papás que meten mucha presión a los chicos para que sólo sean jugadores de fútbol, y tenés a los chicos que lo eligen por pasión. Pero no he visto en las inferiores de Boca tantos problemas con los papás… sí que venían a apoyar, pero no me tocó vivir algo así con demasiada presión en alguno de los chicos. Esa etapa que viví fue muy buena para mí, porque varios chicos ya pudieron tener experiencias en primera.
—¿Te gustaría una hipotética semifinal con River en la Libertadores?
—Me gustaría avanzar de fase y ganarles a los rivales que nos toquen en el camino. Primero tenemos Corinthians y hay que pasar, y después se verá quién vaya tocando. Sabemos que se puede dar con el clásico rival, pero para eso falta mucho.
—¿Qué opinas de Scaloni, un técnico joven que llegó sin experiencia a la Selección y al que le terminó yendo muy bien?
—Está haciendo un gran trabajo. Todos dudaban de él, y el presente demuestra que el técnico de mayor experiencia no te garantiza conseguir resultados. Es un gran trabajo el de Lionel Scaloni, le está yendo muy bien a la Selección, se ve un grupo unido en el que los jugadores le responden dentro de la cancha y lo demuestra en cada partido.
—¿Cómo ves al equipo de cara al Mundial?
—Muy firme, con ideas claras, un grupo fuerte, Messi contento y protegido donde está. Sabemos la clase de jugador que tiene la Argentina con él y lo que puede adentro de una cancha. Esperemos que tengamos y que tengan un gran Mundial, que sea el año de ganarlo. Aunque es el evento máximo del fútbol y todo puede pasar, esperemos que por el gran trabajo que hizo la Selección tenga toda la suerte para llegar a la final y ganarla.
En familia
Criado en el barrio Transporte en Santa Fe, su papá Ricardo dividía el esfuerzo entre un taller metalúrgico y un re-par-to de diarios. “No sé por qué agarré para ese lado, fue una cosa natural. Arranqué como volante en el baby y siempre me mantuve ahí, corriendo en el me-dio”, di-ce Sebas, a quien sus compañeros de en-ton-ces le decían Bocón. Hoy, este caudillo vive en un barrio cercano a Nordelta, en Tigre, con su mujer, Betina, y sus hijos Camila, Sofía y Benjamín. Aunque viaja mucho por su trabajo, siempre busca tiempo para relajar con la familia: “Tratamos de disfrutar los momentos que estoy en casa. Hay muchos partidos, muchas concentraciones… y en la medida de lo posible aprovechamos los momentos que estamos en familia, haciendo algún viaje o saliendo a comer, para poder compartir cosas con ellos. Este año me toca dirigir a Boca en un calendario apretado por el Mundial, pero disfrutamos el tiempo que tenemos juntos”.