Luego de más de una década llena de grandes logros, la última capitana de Las Leonas dejó el seleccionado. Tuvo su emotiva despedida y homenaje, y tras ella, aseguró que el hockey argentino sigue creciendo y tiene jugadoras para mantenerse en el primer nivel mundial.
“Después de 14 años de vestir la tan amada celeste y blanca, decidí retirarme de la Selección”. Con esas palabras, la delantera y capitana de la Selección Argentina de Hockey, Carla Rebecchi, anunció su retiro del deporte profesional el 6 de febrero último. Atrás quedaba una carrera brillante y exitosa, que incluyó 153 goles en 290 partidos, dos medallas olímpicas (bronce en Beijing 2008 y plata en Londres 2012), un título mundial nada menos que en Argentina 2010 y seis Champions Trophy: Alemania 2008, Australia 2009, Inglaterra 2010 y 2016, Rosario 2012 y Mendoza 2014.
El 15 de abril, Carla tuvo una despedida como ella se merecía: en el Lawn Tennis Club, con compañeras, ex jugadoras, deportistas, directivos y cientos de niñas y niños que participaron de la fiesta.
— ¿Cómo te sentís como ex jugadora, ya extrañás algo?
— Hace cuatro meses que me retiré y la verdad es que todavía no estoy extrañando tanto. Siempre me gustó entrenar, y ahora que bajé la carga de entrenamiento, creo que eso es algo que extraño. Y cuando empiecen otra vez los torneos, quizás voy a extrañar jugar y estar adentro de la cancha, que es lo más lindo.
— ¿Cómo y por qué decidiste dejar la selección?
— La decisión del retiro la tomé en las vacaciones. Creo que internamente ya venía haciendo un proceso y, en el verano y estando tranquila, un día me levanté y le dije a Jorge, mi marido: “Me parece que quiero retirarme este año”. Lo pensé durante todo enero y finalmente me retiré.
— Cuando tomaste la decisión, ¿ya sabías qué ibas a hacer después?
— La verdad es que en ese momento no estaba pensando mucho en qué iba a hacer. Mi decisión tuvo que ver con la idea de formar familia, pero no estaba pensando en qué trabajo iba a encarar. Ya teníamos proyectos con Jorge que veníamos postergando con respecto a una escuela de hockey, y también nos estábamos haciendo nuestra casa, a la que nos mudamos hace poco.
— ¿Cómo estás viviendo este tiempo? ¿Qué hacés de tu vida?
— Estoy disfrutando de otra etapa de la vida. No hago mucho más que jugar en el club y dedicarle tiempo a la casa, porque tenemos muchísimas cosas que hacer, estamos todavía un poco en obra. Eso me lleva tiempo. Estoy disfrutando de esta etapa, de no tener que levantarme temprano para ir a entrenar, poder disfrutar del lugar donde vivo, que es muy lindo y da para hacer actividades acá también.
— ¿Qué momentos de tu carrera como jugadora más recordás?
— Uno es cuando me convocaron por primera vez a la Selección. Tenía 17 años y nunca había estado en un seleccionado juvenil ni nada por el estilo. Todavía estaba en quinta división y me tocaba jugar en primera de titular ese sábado. Luis Barrionuevo, que era el preparador físico del club y también de la Selección, antes del partido me dijo que él me veía condiciones físicas muy buenas y que le había hablado a Cacho Vigil de mí y que me iba a ir a ver a ese partido. Imaginate los nervios que tenía; me re acuerdo de ese partido, antes de jugar. No me lo olvido más. Después terminé jugando bien y después del partido Cacho me llamó para empezar a entrenar con el Seleccionado Junior. Así que ese es un momento inolvidable. Y otro es cuando salimos campeonas del mundo en 2010, realmente fue único: la final, en Rosario, fue contra Holanda, con 15.000 personas, hice dos goles… Creo que ese torneo fue redondo.
— ¿Cuál es tu mirada sobre el hockey argentino de hoy?
— Creo que viene creciendo muchísimo en los últimos quince o veinte años. No para de crecer y cada vez se juega más, en todos lados. Sobre todo el hockey femenino, pero creo que después de la medalla dorada que ganaron los varones en los últimos juegos olímpicos, el masculino también ha crecido mucho. A Las Leonas les veo futuro, hay muy buenas jugadoras; son jóvenes y hay que hacer un buen trabajo de formación, pero creo que pueden seguir manteniéndose en los primeros puestos.
— ¿Qué debería hacer una chica o un chico que ya juega y que podría dedicarse profesionalmente al hockey?
— Primero hay que pasar la etapa de los clubes, disfrutar, entrenar… Creo que la clave está en meterle mucho esfuerzo, ser perseverante, no bajar los brazos, seguir luchando a pesar de los obstáculos, sobre todo en el trabajo y en el esfuerzo de entrenarse y de querer ser mejor cada día.