Un mural monumental

Ariel Ortega, D´Onofrio, Irigoin, Bó, Villarroel y Frogley posan delante del mural.

La Fundación River le regaló al Club un mural con material donado por la empresa Weber. Una obra magnífica, de la artista Julieta Frogley, que recorre la historia del club desde su nacimiento en 1901 hasta la actualidad. 

Son 115 años de aliento, de gritos de gol, de una institución marcada por el fútbol y comprometida con el deporte, la familia y lo social. Con una hinchada que copas las tribunas y hace flamear una bandera roja y blanca que se extiende a lo largo y a lo ancho de toda la ciudad. Es la bandera más larga del mundo, que refleja la historia riverplatense, hoy congelada y plasmada en un excepcional mural, para siempre.

Se trata de la obra de arte de la artista Julieta Frogley, un regalo de la Fundación River para el club. “Nosotros somos una fundación que existe por y para el Club Atlético River Plate, aunque a la hora de actuar no miramos la camiseta de nadie. Nuestro regalo fue un homenaje a la brillante y exitosísima historia de River. Pretende simbolizar las múltiples actividades del club y de su gente”, destacó Ignacio Villarroel, presidente de Fundación River, que tiene como compromiso fundamental y esencial la tarea con los chicos que viven hoy en situación de pobreza. “Estar cerca de ellos, ofrecerles y darles las herramientas necesarias para que no se alejen de la sociedad, para que se sientan parte, contenidos, educados, queridos. Trabajamos día a día para mostrarles que una vida mejor es posible, cerca del deporte, de sus familias y de sus amigos”, añade.

El mural fue realizado con material donado por la empresa Weber. Su director, Mariano Bó, comentó al respecto: ¨Es un orgullo poder seguir inaugurando murales y poder vincularnos a una institución como River, que privilegia el deporte como herramienta de transformación para seguir dejando huella en la sociedad. Tenemos valores alineados, por eso esta colaboración”.

Julieta Frogley, autora del mural, en pleno trabajo.
Julieta Frogley, autora del mural, en pleno trabajo.

Son 205 metros cuadrados y se encuentra en las paredes de la parte de atrás de las gradas de la pileta olímpica. River es mucho más que un club de fútbol, y eso es lo que representa la obra, que comenzó a realizarse en agosto de 2015 y finalizó a mediados de mayo de este año, cuando la institución cumplió 115 años. “Se utilizó la técnica de trencadís. Gaudí es el exponente más conocido de ella”, describe la artista. “Se trabajó con los chicos de la pensión del club, para que ellos en principio volcaran ideas a partir de este concepto. En una parte la pared tiene una forma triangular, angulosa, así que decidí  hacer un árbol, que uno de los chicos había dibujado, como un árbol que crece y crece, y ahora simbólicamente tiene 115 años.  El árbol está florecido y da semillas. Y todas esas semillas y frutos se desarrollan del otro lado del mural. La conexión es que de una de las ramas sale el jugador que hace la chilena, y este jugador es un personaje muy importante porque da a entender que todo es posible gracias al fútbol. Cuando el jugador patea, en lugar de una pelota sale la bandera de River, que llega hasta la Copa Libertadores. Y dentro de esta bandera se dan deportes, actividades culturales, la solidaridad y la familia, todo lo que es el mundo River”, explica Julieta. Además de ella y sus ayudantes, en la ejecución participaron socios de River, grupos de la fundación, empleados del club y chicos de la Villa 31.

“No hay nada más motivador para un chico que una pelota de futbol, una camiseta de un club, y ni hablar si aparece un jugador de fútbol profesional. Realmente experimentar la ayuda social a través de un club es algo mágico, que transforma la realidad de los chicos”, destaca Villarroel.

 

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