Liszt y Bartók, con acento japonés

Entró en la última etapa de construcción la Casa de la Música Húngara, diseñada por el estudio del nipón Sou Fujimoto. La monumental obra, situada en medio de un parque natural de Budapest, incluye un inédito techo con casi un centenar de agujeros que permiten el paso de la luz solar y el crecimiento de los árboles de su interior.

La nueva Casa de la Música Húngara, situada en el corazón del parque de la ciudad de Budapest, está muy cerca de su finalización. Fue concebida por el arquitecto japonés Sou Fujimoto como un espacio con “una visión amplia, que abarca el pasado y el futuro, la gente y la cultura, la naturaleza y las ciencias de la música”. Fujimoto ganó el concurso internacional respectivo en 2014, las obras comenzaron en 2017 y, luego de las demoras ocasionadas por la pandemia, está prevista la inauguración para fin de este año.

En línea con el bosque que lo rodea, el edificio está inspirado en las copas de los árboles y en su denso follaje. Así, no busca exhibirse, sino amoldarse al paisaje del parque. Los visitantes podrán transitarlo libremente, como una continuación del bosque, mientras escuchan los sonidos que rebotan en las superficies y recorren las paredes. “Optamos por dejar que la arquitectura acune a los visitantes en su camino”, aclara el estudio, que tiene sedes en Tokio y París.

El proyecto presenta un volumen de vidrio extenso, horizontalmente ininterrumpido y coronado por un techo perforado por casi 100 agujeros, que permite que la luz natural penetre en todos los niveles del edificio y que los árboles del interior crezcan. Esto le da una identidad única al edificio.

“Tiene como objetivo crear una continuidad visual entre los entornos internos y externos, ofreciendo una transición armónica entre lo natural y lo artificial”, explicó Fujimoto.

De lo mundial a lo local

Este fantástico centro cultural, de nueve mil metros cuadrados, contará con una exposición permanente en la que se abordará la evolución de la música desde la formación del sonido humano hasta los géneros contemporáneos actuales, con especial detalle en la rica historia de la música húngara, en la que se destacan nombres de la talla de Ferenc Liszt, Béla Bartók y Zoltán Kodály. Además, incluirá salas de conciertos, otros espacios de exposición y un escenario al aire libre. Se convertirá en el centro de la escena musical de Hungría, dedicado a un público joven y concebido como una instalación de iniciación musical que “permite conocer de primera mano los fundamentos de la armonía musical y la fisiología de la percepción del sonido”.

La planta baja contendrá dos lugares de actuación, mientras que la planta superior albergará aulas, una biblioteca y espacios para oficinas. Una escalera de caracol conectará los dos niveles superiores. Los niveles subterráneos contendrán los espacios de exhibición que destacan la historia de la música europea. El edificio, que utilizará fuentes de energía renovables, fue galardonado en 2019 con el Premio al Mejor Edificio Público Internacional y el Premio al Mejor Edificio Público Europeo. La inversión total fue de 190 millones de euros.

El proyecto es parte del proyecto Liget Budapest, un plan integral que se convertirá en uno de los desarrollos de museos más importantes de Europa; también incluirá un Museo de Etnografía diseñado por la firma húngara Napur Architect y la Nueva Galería Nacional, diseñada por SANAA.

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