El refugio de las aves

Los ambientes naturales de Nordelta son el hogar elegido por 69 especies de aves. Su presencia anima el paisaje y contribuye al cuidado del ecosistema de la zona.  

En la provincia de Buenos Aires habitan 414 especies de aves, de las cuales 69 ejemplares forman parte del ecosistema de Nordelta. Así lo confirmó el relevamiento realizado en el 2021 por la gerencia de Medio Ambiente de la Asociación Vecinal Nordelta (AVN), junto con especialistas de la Fundación Azara, institución que tiene como uno de sus objetivos la conservación del patrimonio biológico y cultural de la Argentina.

“El estudio de aves comenzó en 2019 cuando una vecina amante del avistaje de aves se acercó y ofreció realizar salidas por Nordelta, para comenzar a monitorearlas. Así nació el Monitoreo participativo de Aves y fueron muchos los vecinos que se sumaron a estas salidas, hasta que llegó la pandemia. Durante el 2020 se realizó un nuevo monitoreo, pero menor, en la reserva del Yacht, y nos sorprendió el número de especies en un espacio tan pequeño. Un año después realizamos uno más exhaustivo en toda la ciudad, con la gente de la Fundación Félix de Azara” cuenta Constanza Falgueras, Licenciada en Ciencias Biológicas y responsable de factores ambientales y lagos de la AVN.

Los resultados del último relevamiento demostraron que las especies más observadas, en todos los barrios, fueron la Paloma picazuró (Patagioenas picazuro), la Torcaza (Zenaida auriculata), la Cotorra (Myiopsitta monachus), el Hornero (Furnarius rufus), el Chingolo (Zonotrichia capensis), y el Jilguero dorado (Sicalis flaveola). Además, fue posible observar ejemplares de Gaviota (Chroicocephalus maculipennis), Pájaro carpintero (Colaptes melanochloros), Zorzal colorado (Turdus rufiventris), Tero (Vanellus chilensis) y Picaflor (Chlorostilbon lucidus) entre otros. Seis fueron los ejemplares acuáticos registrados en un solo barrio de los relevados: el Pato barcino (Anas flavirostris), el Pato zambullidor chico (Oxyura vittata), el Pato doméstico (Anas platyrhynchos), el Ipacaá (Aramides ypecah), la Pollona negra (Gallinula chloropus) y la Golondrina ribereña (Stelgidopteryx ruficollis). A estos se sumaron el Gavilán mixto (Parabuteo unicinctus), el Taguató común (Buteo magnirostris), el Piojito gris (Serpophaga nigricans) y la Tijereta (Tyrannus savana).

El relevamiento se concentró en las primeras horas de la mañana y durante las horas de la tarde, donde se notó una mayor actividad de la fauna. Castores fue el barrio que registró el mayor número de aves: 42 en total, seguido por El Golf con 40. “Tenemos pensado repetir el estudio, entre septiembre y octubre de este año”, afirma Constanza Falguera. Mientras tanto, habrá que seguir protegiendo la presencia de las aves, tan necesaria para el medioambiente.

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