¿Quién enseña a cuidar los vínculos?

La educación hoy tiene más que ver con la capacidad de conectar, que con el solo hecho de transmitir conocimientos, afirma el educador especializado en gestión de la innovación, Darío Álvarez Klar. En esta nota, también analiza el cambio de rol de los educadores en el contexto actual.

En los diversos ámbitos que nos rodean y de manera creciente, especialmente en lo que a educación se refiere, hablamos y nos formamos en conceptos basados en la inteligencia y en la gestión emocional. Comprender y actuar en este contexto implica percibir las emociones, tanto propias como ajenas, para manejarlas de manera efectiva. Esto conlleva adquisición, puesta en práctica, desarrollo de la empatía, escucha atenta, incorporación de habilidades basadas en la mediación y en la resolución de conflictos y en no ser indiferentes ante quienes nos rodean. 


Darío Álvarez Klar, educador especializado en gestión de la innovación, Fundador de la Red Educativa Itinere, integrada por 8 colegios, y Presidente Ejecutivo de Asociación Civil HUB educación & innovación

En este sentido, la primera instancia de apropiación de estas ideas es la familia, a partir de los valores y prácticas que se ponen en juego. Luego sigue la escuela, en donde se convive con otros que piensan y hacen de modo diferente a la familia en términos de bien común y sana convivencia. Así es como se aprende a coexistir construyendo acuerdos, muchas veces desde los desacuerdos.

Luego de la pandemia sin lugar a dudas los vínculos cambiaron -en todos los ámbitos– y la escuela más que nunca se convirtió en un espacio que debe garantizar la construcción de puentes entre las instituciones y las personas: especificando las responsabilidades de cada miembro de la comunidad, complementando fortalezas con otros, asistiendo a las debilidades, estando siempre atentos a las oportunidades de mejora, intercambiando miradas y acciones de modo respetuoso y empático. La educación hoy tiene más que ver con la capacidad de conectar, que con el solo hecho de transmitir conocimientos.  

En este esquema también cambió el modo en que los educadores se vinculan con los estudiantes. Los docentes deben ser “Influencers educativos”, en términos expresados por la fundadora de Arcix Formación España, Olga Casanova. El desafío hoy es transformarse en “adultos inspiracionales”. El hecho educativo ocurre donde se enciendan las ganas de aprender, y no hay otro modo que esto suceda si no es, en primera instancia, a través de vínculos, que pongan a los alumnos en el centro.

Construir y sostener vínculos en general, y en particular en comunidades educativas, requiere de tolerancia, respeto y confianza. A su vez, implica comprender que no todo lo que uno piensa y desea puede suceder, y para ello se precisa una comunicación clara y sostenida. 

En definitiva, los vínculos para aprender y para seguir adelante son nuestro mejor sostén frente a la desazón que puede ocasionar esta realidad tan dinámica y de tanta volatilidad en la que vivimos. Hoy nuestro gran desafío como adultos es cuidarlos, preservarlos y resignificarlos, zanjando diferencias de modo respetuoso, para enseñarle a niñas, niños y jóvenes que “siempre habrá alguna tormenta” pero lo que nos queda, en definitiva, son los OTROS, y las relaciones que con ellos construimos.

 

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